Olimpiada Rio 2016

Brasil, en alerta debido a la desaparición de un ex preso de Guantánamo

La policía brasileña está intentando localizar a un ex preso de la prisión militar estadounidense en Guantánamo, después de que informes sobre su desaparición de Uruguay provocaron temores en el país, a sólo un mes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 2016.

Los medios uruguayos reportaron que el ex prisionero de Estados Unidos, Jihad Ahmed Mujstafa Diyab, había desaparecido hace tres semanas de su hogar adoptivo, y que posiblemente había viajado a Brasil.

Brasil está movilizando a decenas de miles de agentes policiales y de la milicia para asegurar a la ciudad de Río de Janeiro durante los Juegos Olímpicos, a raíz de los temores suscitados por los ataques terroristas en París y Orlando.

El país, que nunca ha sido el blanco de un ataque terrorista islámico, ha incrementado las medidas de seguridad para evitar la entrada de individuos relacionados con grupos militantes extranjeros que podrían amenazar la seguridad de los juegos.

Diyab era uno de los seis ex presos de la prisión de Guantánamo acogidos por Uruguay en 2014 por el entonces presidente, José Mujica, por razones humanitarias.

El hombre sirio, quien fue capturado en Pakistán, estaba en la lista de sospechosos de Estados Unidos por sus supuestos vínculos con Al Qaeda, el grupo terrorista de Osama bin Laden. Diyab fue acusado de falsificar documentos y de facilitar los viajes internacionales de los extremistas.

Después de haber permanecido preso durante más de una década, fue liberado, pero no antes de aparecer en los medios internacionales a raíz de sus huelgas de hambre en la prisión de Guantánamo que provocaron la necesidad de alimentarlo por la fuerza.

Los medios brasileños han publicado un supuesto memorándum interno de Avianca, la aerolínea colombiana con operaciones extensas en Brasil, advirtiendo al personal de estar en alerta con respecto a Diyab.

Avianca se negó a comentar sobre los informes, aparte de aseverar que la emisión de ese tipo de información era parte de sus "operaciones normales" y que la aerolínea estaba cooperando con las autoridades.

LATAM y Gol, las aerolíneas más importantes de Brasil, también aseguraron que estaban cooperando con las autoridades.

Eliseu Padilha, el jefe de Gabinete del presidente interino brasileño, Michel Temer, anunció esta semana que las agencias de información del país están buscando a Diyab.

Aunque Brasil tiene poca presencia de grupos militantes islámicos, los analistas aseveran que la frontera con Paraguay y Argentina es un refugio para individuos involucrados con grupos terroristas.

Brasil también comparte fronteras porosas con países productores de narcóticos como Bolivia y Colombia, lo cual ha convertido al país en un conducto para transportar las drogas a los mercados europeos.

El tráfico de drogas también ha provocado el comercio de armas ilegales las cuales acaban en las favelas o barrios pobres de Brasil. Las autoridades temen que estas mismas armas podrían ser utilizadas por grupos terroristas.

Los Juegos Olímpicos de Brasil enfrentan numerosos obstáculos que abarcan desde una crisis financiera que ha afectado el gobierno del estado de Río y la propagación del virus del Zika hasta obras inconclusas de infraestructura, tales como una importante línea de metro.

A pesar del alto índice de asesinatos en la ciudad, éste ha caído a un tercio de su nivel de hace 20 años. El año pasado, la tasa de homicidios fue de 18,5 por cada 100.000 habitantes, lo cual es similar al mismo índice en Miami.

El gobierno dice que las fuerzas armadas aportarán 38.000 tropas para los Juegos Olímpicos mientras que decenas de miles de agentes de la policía y otras fuerzas paramilitares colaborarán para proteger a la ciudad.

(c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved

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