Olimpiada Rio 2016

"Los Juegos Olímpicos pueden cambiar la forma en la que somos vistos", dice una refugiada siria

Dos nadadores que son refugiados sirios, y que están en Río para competir en los Juegos Olímpicos, no tienen en mente ganar una medalla.

A partir de una decisión inédita del Comité Olímpico Internacional (COI), diez deportistas refugiados disputarán los Juegos Olímpicos bajo la bandera olímpica. Asimismo, será la primera delegación en desfilar atrás de Brasil en la ceremonia de apertura, en el estadio Maracaná.

Los nadadores Yusra Mardini, de 18 años, y Rami Anis, de 25 años, fueron los primeros del grupo en llegar a la Villa de los Atletas. El miércoles (27), realizaron el primer entrenamiento en las instalaciones.

Los atletas son amigos desde hace tiempo. Entrenaban juntos en el equipo nacional de natación de Siria cuando, en 2011, las protestas populares inspiradas en la Primavera Árabe de Egipto y Túnez se convirtieron en una violenta guerra civil.

En cuatro años de conflicto, por lo menos 250.000 sirios murieron y 11 millones se vieron forzados a dejar sus casas.

Rami tenía 20 años cuando la guerra comenzó. Era una promesa en los 100 metros mariposa pero, temiendo ser convocado para luchar en la guerra, dejó el país con su familia y buscó refugio en Turquía.

Yusra, por su parte, salió de la capital siria, Damasco, en 2015, con el recrudecimiento del conflicto armado. Se fue a Berlín junto con una hermana.

Como refugiados, tienen permiso para vivir en los países de refugio, pero no tienen la ciudadanía reconocida.

"Esta participación en los Juegos Olímpicos es una oportunidad de mostrar que los refugiados en todo el mundo son personas que, antes de huir de sus países, tenían una vida, una historia, un trabajo", dice Yusra. "Somos algo además de refugiados. Es una forma de cambiar la manera en como somos vistos".

Este viernes (29) llegó a Río el resto de la delegación, que está formada por cinco corredores de Sudán del Sur, un maratonista de Etiopía y dos judocas de la República Democrática del Congo.

Traducido por NATALIA FABENI

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