Olimpiada Rio 2016

Por influencia de la TV de Estados Unidos, los Juegos Olímpicos de Río tienen horario americano

"Quien determina los horarios es la gente del COI. Tiene que hablar con ellos".

La corta respuesta es de un ejecutivo de la emisora americana NBC, que pagó en 2011 US$ 4380 millones por los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos hasta 2020, la mayor transacción en la historia olímpica.

La emisora, no satisfecha, se garantizó cuatro años después la transmisión de los eventos siguientes, hasta 2032, por la astronómica suma de US$ 7750 millones, incluso sin saber si esta competencia deportiva seguirá siendo de interés de acá a más de una década.

Esto explica, sobre todo a quienes ya estudiaron la programación de los Juegos Olímpicos de Río, finales de natación después de las 22 y partidos de voleibol de playa durante la madrugada. En los dos casos, quien pagó por la fiesta determina, o "sugiere", como prefieren los dirigentes, la hora de inicio.

De acuerdo con el Comité Olímpico Internacional (COI), la palabra final no es de las emisoras.

La NBC, sola, prevé poner al aire casi 7000 horas de programación, muy por arriba de las 5500 de Londres 2012 y de las 3600 de Pekín 2008, un crecimiento exponencial motivado por el avance de las transmisiones por Internet, celular y otros medios.

"Las emisoras son consultadas, pero quien desarrolla y está de acuerdo con la programación son las federaciones internacionales y el comité organizador de los Juegos", afirma la asesoría de comunicación de la entidad.

Según el COI, la programación es un "complejo equilibrio entre múltiples cuestiones deportivas y operacionales" que fue tema de numerosas reuniones en los últimos años.

En Río, una complicación extra es el huso horario, que está una hora adelante del llamado "prime time" de la TV en Estados Unidos.

Acostumbrada a transmitir grandes eventos olímpicos con "delay" (con atraso), para adaptarlos a su programación regular, la NBC promueve ahora que Michael Phelps se tire a la piscina "en vivo".

Traducido por NATALIA FABENI

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