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Análisis: En la compra de cazas, Brasil eligió la propuesta más barata
19/12/2013 - 13h42
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IGOR GIELOW
DIRECTOR DE LA SUCURSAL DE BRASILIA
La elección de los cazas suecos Gripen NG, fabricados por Saab, por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) es resultado de una combinación de factores, más el acontecimiento de algo raro en cuanto a compras militares: quien ofreció el mejor precio, ganó.
En la fase inicial de propuestas, en 2008, el paquete Gripen salía 6000 millones de dólares (hoy, algo más que 12.000 millones de reales, aunque es impreciso usar el tipo de cambio del día para compras de estas características).
La del competidor francés Dassault Rafale, 8000 millones de dólares, estimativamente. Por su parte, el americano Boeing F/A-18 fue el único que tenía un precio determinado, ya que la empresa tiene que informarlo al Congreso de Estados Unidos: 7500 millones de dólares.
El avión sueco también es más barato de operar, por ser un monomotor, contra los modelos con dos turbinas, preferidos de forma general por los pilotos, por la lógica de que si un motor falla, el otro puede seguir operando.
El precio por hora de vuelo está estimado por especialistas en 4000 dólares, volando en formación. La del F-18, entre 10.000 y 14.000 dólares y la del Rafale, unos 14.000 dólares. Los datos son de la empresa Saab y no fueron confirmados por los
competidores.
Además, está la cuestión de la transferencia de tecnología. Pese a que ningún avión alcance el 100% de transferencia, Francia afirmaba que así iba a ser y Estados Unidos padecía que la tradición de embargos pudiera colocar en riesgo la provisión futura de piezas.
El Gripen usa muchas piezas americanas, por ejemplo, el motor, que es idéntico al de F/A-18. Por eso, tras bastidores, se decía que a Estados Unidos no le iba a importar demasiado la victoria sueca, mientras los franceses fueran derrotados.
No obstante, la ventaja más grande ofrecida por la empresa Saab es que como el avión NG (Nueva Generación) está en desarrollo a partir de versiones anteriores del Gripen, Brasil podría participar más activamente del proceso de integración de los sistemas del avión, o sea, "aprender" como se hace un supersónico avanzado con avioncitos de última generación.
Tanto Dassault como Boeing ofrecían otras compensaciones, de transferencia de tecnologías sensibles (túneles de viento supersónicos, materiales compuestos), pero sus aviones ya estaban "listos".
La expectativa es que los primeros aviones lleguen de afuera y, progresivamente, sean montados en Brasil, con nacionalización. Saab ya tiene una unidad operando en São Bernardo do Campo.
En los últimos dos años, durante el gobierno de Dilma Rousseff, las propuestas fueron revisadas, pero los números son sigilosos. Se sabe que Dassault bajó 2000 millones de dólares su propuesta comercial, aunque los números reales solo van a ser conocidos cuando se firme el contrato.
En presentaciones recientes, Saab afirmaba que sería posible establecer un programa de construcción en siete años, con los primeros cinco aviones montados en el primer año. Hay más: prometía que los desembolsos efectivos del gobierno brasileño solo iban a comenzar en el octavo año, extendiéndose más.
No se trata solo de la compra de 36 aviones, 28 de un lugar y 8, de dos. También serán comprados misiles de largo alcance, bombas, blancos de entrenamiento, todo un paquete de logística y entrenamiento.
Ahora, Brasil se une a Suecia y a Suiza en el equipo de los compradores de esa nueva versión del Gripen. El modelo anterior es operado por Suecia, Sudáfrica, República Checa, Hungría, Tailandia y el Reino Unidos (solo para entrenamiento).
Traducido por NATALIA FABENI
AFP | ||
Brasil se decidió por el avión sueco de la empresa Saab |