50 años después del golpe de 1964, la dictadura militar todavía incomoda a Brasil

24/03/2014 - 13h19

En marzo de 1964, cuando tropas del Ejército salieron a la calle para deponer al presidente João Goulart, Dilma Rousseff era una estudiante de 16 años que se preocupaba poco por la política. Aécio Neves era un niño de cuatro años al que le gustaba jugar con su abuelo, el entonces diputado federal Tancredo Neves.

Eduardo Campos no había nacido, pero recuerda hasta hoy las historias que su abuelo Miguel Arraes, en esa época gobernador de Pernambuco, le contaba sobre el día en que fue depuesto y colocado en una prisión por los militares.

Cincuenta años después del golpe de 1964, los tres se preparan para disputar la séptima elección presidencial que Brasil realiza desde la vuelta de los militares a los cuarteles.

Es un país diferente, que vive hace casi tres décadas en una democracia, en donde los gobernantes son elegidos por la población en elecciones regulares y todo el mundo es libre para decir, pensar y expresas sus opiniones sin miedo a ser preso por eso.

En los últimos años, el país fue gobernado sucesivamente por un profesor exilado después del golpe, Fernando Henrique Cardoso, un líder operario preso en la dictadura, Luiz Inácio Lula da Silva, y una ex guerrillera presa y torturada, Dilma.

La llegada de esas personas al poder demuestra que la transición del país a la democracia fue exitosa, pero incapaz de pacificar las controversias provocadas por el golpe y por la dictadura inaugurada en 1964.

Miles de personas fueron torturadas y centenares asesinadas por oponerse al régimen militar, que cerró el Congreso Nacional tres veces y mantuvo a la prensa bajo censura por una década. Pero los crímenes de ese período son tratados hasta hoy como tabú en las Fuerzas Armadas.

El gobierno de los generales modernizó la economía y tuvo apoyo popular en sus primeros años, pero mucha gente acepta a regañadientes la idea de que eso haya ocurrido. Medio siglo después, la memoria de ese tiempo todavía incomoda al país.

Traducido por NATALIA FABENI

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	João Marques - 14.abr.1964/Acervo UH/Folhapress
	Hoy Brasil es un país diferente, que vive desde hace casi tres décadas en una democracia