Presidiarias se toman fotos sensuales y, desde la cárcel, las suben a una red social

28/08/2014 - 12h04

Por lo menos dos mujeres que cumplen prisión en la Cárcel Pública de Guarapuava (en el estado de Paraná) se sacaron fotos sensuales y las publicaron en redes sociales.

Las fotografías, hechas con un teléfono celular, fueron tomadas en abril y descubiertas por agentes carcelarios.

Las detenidas tienen cerca de 30 años y están acusadas por tráfico de drogas; todavía no fueron condenadas. Una de ellas está presa desde abril y la otra desde hace un año.

La posesión de teléfonos dentro de la cárcel está prohibida, por eso ambas mujeres recibieron una sanción disciplinaria y se les impidió recibir visitas o alimentos de familiares por 30 días.

Además, el hecho puede impedir que, en el futuro, en caso de que sean condenadas, puedan recibir una reducción de la condena.

Las mujeres aparecen en las fotos posando en sus camas de concreto, dentro de sus celdas decoradas con telas estampadas y vistiendo ropa interior.

Después de que las imágenes fueron descubiertas, los agentes hicieron una inspección y encontraron el teléfono usado por las dos mujeres, que comparten la celda.

"Desgraciadamente, eso sucede. Los presos saben esconder cosas muy bien", afirmó el jefe de la Cárcel Pública de Guarapuava, Altemir Nascimento.

De acuerdo con Nascimento, en lo que va del año fueron secuestrados 40 celulares en la cárcel (que alberga hombres y mujeres), que estaban en posesión de los presos.

ARROJAN CELULARES

En el caso de Guarapuava, el problema se agrava por causa de su localización, en el centro de la ciudad. Según el director, cuando los presos salen a tomar aire varios aparatos son arrojados por peatones hacia el patio de la prisión.

"Arrojan celulares y droga; los días de sol, había siempre dos o tres casos", dijo Nascimento.

A comienzos de este año, para impedir las "entregas", la dirección de la cárcel decidió instalar una red de protección sobre el patio. Desde entonces, 77 teléfonos fueron encontrados encima de la tela.

Traducido por NATALIA FABENI

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