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Publicado en 11/04/2016

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Cuando falta menos de una semana para la segunda vuelta, Neves y Rousseff evitan los ataques personales en un nuevo debate

20/10/2014 - 15h17

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CÁTIA SEABRA
DANIELA LIMA
MARINA DIAS
JOSÉ MARQUES
DE SÃO PAULO

NATUZA NERY
GUSTAVO PATÚ
RANIER BRAGON
DE BRASILIA

Tomando en cuenta las investigaciones internas que mostraron un cierto rechazo a la agresividad que predominó en el último debate del jueves (16), los dos candidatos a la presidencia de Brasil, la presidenta Dilma Rousseff (PT) y el senador Aécio Neves (PSDB) adoptaron un tono más propositivo en el encuentro del domingo (19), en la TV Record, el penúltimo antes de la segunda vuelta.

En lugar de las acusaciones cruzadas de nepotismo y falta de ética, Neves y Rousseff discutieron en los primeros 30 minutos del debate temas como la inflación, el desempleo y la seguridad.

A pesar de eso, continuaron enfocándose en la crítica mutua a la actuación en una u otra gestión, sin la presentación detallada de lo que pretenden hacer.

El escándalo de la empresa estatal Petrobras no dejó de aparecer en el debate, aunque con un tono no tan agresivo como el que se había registrado en el debate anterior, del jueves (16), en el evento organizado por SBT/UOL/Jovem Pam.

Después del virulento debate del jueves (16), el PT comenzó a difundir la versión de que Neves había sido excesivamente agresivo con Rousseff -la presidenta de hecho se descompuso cuando terminó el encuentro-, lo que llevó a los asesores del candidato del PSDB a aconsejarlo para que ponga "el pie en el freno".

Por su parte, el PT detectó en sus sondeos el rechazo al tono belicoso usado por Rousseff, que llegó a insinuar que el adversario manejó bajo los efectos de la droga y el alcohol cuando fue interceptado en un control de alcoholemia en 2011 y rechazó hacer el test.

El tono más amable de parte de los candidatos también sucede después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) decidió vetar la difusión de propaganda con ataques recíprocos, en un intento por forzar una campaña con más propuestas.

En el enfrentamiento del domingo (19), Neves fue quien abordó el escándalo de Petrobras, hacia el final del primer bloque, citando la declaración de Rousseff de que ella había reconocido el sábado (18) los desvíos de recursos que hubo en la compañía estatal.

Neves preguntó si la presidenta confiaba en el tesorero del PT, João Vaccari Neto, que fue indicado como integrante del esquema por el ex director de Petrobras Paulo Roberto Costa y el cambista Alberto Youssef. Los dos afirmaron ante la Justicia que Vaccari era el nexo del partido con el esquema. Vaccari y el PT lo negaron.

Rousseff respondió recordando que Costa también acusó al ex presidente del PSDB Sérgio Guerra, que falleció este año, de recibir una coima para impedir una investigación.

"Yo creo lo siguiente, sé que hay indicios de que hubo desvío de dinero. Ahora, lo que nadie sabe, ni usted ni yo, es cuánto dinero y quién fue", dijo la presidenta.

Neves, irónico, dijo que la declaración del sábado (18) de que hubo desvíos se transformó en "indicios de desvío". Y atacó a la adversaria.

"Una vez más, usted no ordenó una investigación, qué triste un país en donde la presidenta es quien determina quién será investigado y quién no. Eso puede funcionar en algunas dictaduras amigas de su gobierno, pero no en Brasil. En verdad, quien investiga son las instituciones, candidata".

Cuando discutieron cuál sería la mejor forma de administrar la empresa, Dilma disparó un "candidato, usted es gracioso" y acusó al PSDB de haber querido privatizar la compañía.

Una intención que, de acuerdo con Rousseff, sería muy fuerte entre los socialdemócratas. En 2006 y 2010, el PSDB fue blanco de una campaña que hablaba
de la intención de privatizar las principales estatales brasileñas.

ECONOMÍA

Uno de los temas más debatidos fue la economía, con Rousseff reforzando la estrategia de campaña de indicar que el candidato de la oposición es representante de un grupo político que, una vez en el poder, llevará a Brasil al desempleo y al desastre salarial.

Neves, por su parte, insistió en el punto de que Brasil quiere un cambio y que el PT y la presidenta, al no tener propuestas, se limitan a hacer un debate sobre el pasado.

La petista volvió a atacar al anunciado ministro de Hacienda de la eventual gestión de Neves, el ex presidente del Banco Central, Armínio Fraga, y dijo que él es el cocinero de la vieja receta para combatir la inflación: "recesión, recesión, recesión".

Hacia el final del debate, Neves fue mucho más aplaudido por sus aliados, que estaban en los estudios de la TV Record.

El último debate presidencial -se realizaron cinco en la primera vuelta y habrá tres en la segunda- será realizado el viernes (24) por la TV Globo.

Traducido por NATALIA FABENI

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