Análisis: Con un ojo puesto en 2018, Neves tiene el objetivo de afirmarse como líder de la oposición

27/10/2014 - 14h01

A pesar de la derrota, Aécio Neves (PSDB) no salió debilitado de la disputa presidencial. Todo lo contrario. Fue el adversario del PSDB que más asustó a los petistas desde la victoria del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la elección de 2002.

El PT solo respiró aliviado y festejó la victoria recién cuando comenzó a ser divulgado el resultado oficial. Un asesor presidencial reconoció: "Aécio casi nos mató de un infarto".

El senador minero, no obstante, tendrá que reflexionar acerca de sus errores. El más grande, y tal vez, el más fatal, fue en Minas Gerais. Ganó por amplio margen en São Paulo pero perdió de nuevo en su tierra natal contra la presidenta Dilma Rousseff, 52,4% a 47,6% en la segunda vuelta.

Tendrá que repensar su relación con los coterráneos, que ahora serán gobernados por Fernando Pimentel (PT), amigo personal de Dilma.

Y también qué le faltó hacer, recuerdan los amigos, durante los cuatro años en el Senado, período en que no asumió el liderazgo de la oposición al gobierno petista. Una fase en la que fue acusado de ser muy dócil y poco proactivo.

En la campaña, presionado por la línea agresiva el PT, mostró un costado guerrero, un estilo que parece va a mantener durante el segundo mandato de Dilma.

El objetivo: afirmarse como el gran líder de la oposición y salir candidato del PSDB en 2018, cuando tendrá 58 años.

Sabe que podría tener que disputar la preferencia de los miembros del PSDB con el gobernador Geraldo Alckmin, reelegido en São Paulo, que no esconde su deseo que querer disputar otra vez la presidencia de Brasil.

Aécio confía en que puede convertirse en ese líder de la oposición actuando en la tribuna del Senado, con el capital político cosechado en la campaña presidencial. Cree que tiene condiciones de ganar, en cuatro años, ya que ahora es más conocido en el país.

Además, se siente aliviado porque siente que el PT sacó todos los fantasmas del armario y en la próxima campaña va a estar mejor preparado para enfrentar los ataques personales que marcaron esta elección.

Por delante puede llegar a aparecer el presidente Lula, que volvería en cuatro años. El petista fue una de las grandes decepciones que tuvo el candidato del PSDB en estas elecciones.

Lula y Aécio siempre tuvieron una buena relación. El petista tenía en Neves uno de sus mejores interlocutores en el nido del PSDB. Ahora, evalúan algunos amigos, no será posible una reconciliación. Lula exageró en los ataques personales contra Aécio.

Traducido por NATALIA FABENI

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	William Volcov/Brazil Photo Press/Folhapress
	El candidato presidencial por el PSDB, Aécio Neves, ofrece una conferencia de prensa después de reconocer su derrota