Brasil culmina la compra de 36 cazas suecos por US$ 5400 millones

28/10/2014 - 14h08

El gobierno federal anunció este lunes (27) la firma del contrato con la empresa sueca Saab por la compra de 36 cazas Gripen NG por 5400 millones de dólares (cerca de 13.500 millones de reales), poniéndole punto final a una discusión que se arrastra desde 2001.

El valor del contrato, firmado el viernes pasado (24), fue casi 1000 millones de dólares más alto de lo previsto (casi 2500 millones de reales), cuando la compra fue anunciada, en diciembre de 2013.

La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) dijo que la diferencia se debe a que tuvieron que actualizarse algunos de los valores, ya que la propuesta de la compañía Saab era de 2009 y fue necesario adecuarla a la evolución tecnológica de algunos componentes del avión y a la exigencia de mayor participación brasileña en la producción.

La entrega de los caza se realizará entre 2019 y 2024, un plazo extendido en un año de lo previamente acordado, por cuestiones de la capacidad industrial brasileña.

El pago no se realizará de forma inmediata. El tipo de financiamiento todavía está bajo análisis de la Aeronáutica, aunque las estimaciones iniciales de la empresa contemplaban que las cuotas iban a poder extenderse hasta por 14 años, después de la entrega del último Gripen.

La parte financiera tiene que ser ratificada por el Congreso.

El gobierno brasileño esperó el fin de la elección presidencial para divulgar la información. De esta manera, el tema no tuvo chances de llegar al último debate entre la presidenta Dilma Rousseff (PT) y el candidato del PSDB, Aécio Neves, que tuvo lugar en la TV Globo, en la noche del viernes (24), día en que el contrato fue firmado.

La FAB niega cualquier influencia electoral en el retraso y dijo que la firma se produjo dentro de la "normalidad del proceso".

Durante la campaña, los suecos demostraron temor de que una victoria de la oposición pudiera poner, una vez más, el negocio en suspenso.

Fue lo que sucedió en 2001, cuando el entonces presidente Fernando Henrique Cardoso le pasó a Luiz Inácio Lula da Silva la decisión de compra. En esa ocasión, el elegido había sido una versión anterior del mismo caza sueco.

Lula asumió en 2003 y terminó suspendiendo el proceso; luego el ex presidente se inclinó por la compra del modelo francés Dassault Rafale.

En 2010, cuando Rousseff fue elegida para su primer mandato, Dilma volvió a congelar el proceso y se decidió, más tarde, por el Gripen.

El avión fue elegido por ser un modelo en desarrollo de un caza ya existente, posibilitando que empresas brasileñas adquieran conocimiento de su producción y también provean partes de la nueva aeronave.

Saab va a abrir una unidad para la fabricación de piezas de fuselaje en Brasil.

La previsión es de un índice de nacionalización de un 40%, cuando sea entregado el último caza. Serán 15 las aeronaves enteramente finalizadas en el país.

Traducido por NATALIA FABENI

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	AFP
	Brasil anunció la compra de 36 aviones caza suecos por 5400 millones de dólares