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Para Mantega, la reelección de Dilma muestra que los brasileños aprueban la política económica
28/10/2014 - 14h26
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VALDO CRUZ
SOFIA FERNANDES
DE BRASILIA
Un día después de la reelección de la presidenta Dilma Rousseff (PT), el dólar se disparó y la bolsa cayó, y el ministro de Hacienda, Guido Mantega, ensayó un discurso optimista, pese a que los asesores presidenciales manifestaron preocupación con el rumbo de la política económica en el segundo mandato.
Mientras que el dólar iba camino a cerrar el día con la mayor alza en tres años, Mantega convocó a una conferencia de prensa para informar que estaba "feliz con el resultado de la elección", ya que esto "demuestra que la población está aprobando la política económica".
Mantega, junto a su secretario ejecutivo, Paulo Cafarelli, afirmaron también que el gobierno prepara "varias" medidas de estímulo a la industria para intentar recuperar la actividad económica, que debe registrar un crecimiento cercano a cero este año.
El tono del discurso de Mantega y Cafarelli preocupó a sectores del gobierno. Asesores presidenciales, por lo bajo, dijeron a Folha que la población aprobó la política social, pero que tienen sus reservas con respecto a la línea económica.
De acuerdo con ellos, es hora de hacer reformas en el área.
Siguiendo esta línea, el objetivo principal del equipo económico debería ser el ajuste de las cuentas públicas, que están en rojo, para reducir la inflación y evitar la pérdida del grado de inversión del país en los próximos dos años.
De lo contrario, el costo de la captación de préstamos en el exterior sería más caro para los sectores público y privado, además de reducir el total de las inversiones extranjeras en el país.
Durante la conferencia de prensa, Mantega llegó a prometer un ajuste fiscal "más fuerte" en 2015 para compensar el desempeño débil de este año, cuando el gobierno no va a cumplir su meta de superávit primario de 1,9% del PIB.
"Nosotros vamos a continuar esforzándonos para aumentar la transparencia de la ejecución fiscal", dijo el ministro, en línea con el discurso de victoria de la presidenta.
Mantega indicó también que deseaba reafirmar el compromiso del gobierno brasileño en "mantener un buen resultado fiscal, para que la deuda pública continúe bajo control" y que "permanece la prioridad de mantener la inflación bajo control".
Estas señales son vistas por sectores del gobierno como razonables, aunque insuficientes para calmar a los agentes económicos y retomar la confianza de los empresarios, a los que le gustaría que se tomen medidas económicas concretas.
Además, algunos asesores afirman que el gobierno insiste en un camino que no dio resultado en el primer mandato de Dilma, al anunciar que prepara medidas de estímulo para diversos sectores de la economía.
Para ellos, el gobierno tiene que abandonar definitivamente la receta de adoptar medidas puntuales para recuperar el crecimiento de la economía.
Los dichos del ministro de Hacienda tuvieron lugar en un día de turbulencias en el mercado -la Bolsa cayó un 2,77% y se registró una caída del 12,33% de las acciones preferenciales de Petrobras-. Mantega dijo que espera que todo vuelva a la normalidad en los próximos días.
"Todo pasará cuando termine la elección", indicó.
Mantega, que no será parte del próximo gobierno de Rousseff, evitó hablar de los nombres que podrían sucederlo en el cargo.
Traducido por NATALIA FABENI
Pedro Ladeira/Folhapress | ||
El ministro Guido Mantega (Hacienda) habla durante una conferencia de prensa, en Brasilia |