Detenidos de una cárcel de Rondonia se rebelan contra el menú de la prisión

08/01/2015 - 14h33

Sale el strogonoff y entra la feijoada. Pero sin caipirinha y dentro de una celda, a 700 kilómetros de Porto Velho, en el estado de Rondonia.

Detenidos de una cárcel del interior de Rondonia se rebelaron el último domingo (4), alegando no soportar más comer lo mismo todos los días: carne con salsa o strogonoff.

Quemaron colchones, botellas de plástico y solo se detuvieron después de que la dirección del Centro de Resocialización del Cono Sur, en la pequeña ciudad de Vilhena, se comprometió a ampliar el menú y a incluir frituras en la carta.

El motín dio resultado: este miércoles (7) el plato principal fue feijoada. Para exigir los cambios en el menú, un grupo de presos lideró la rebelión.

El director de la unidad, Paulo Ferreira, afirmó que el motín tuvo lugar cuando las negociaciones ya habían sido iniciadas. El director de la cárcel dijo también que los seis presos que lideraron el levantamiento van a responder por daño al patrimonio público.

Dos días después de la rebelión, Ferreira y la propietaria de la empresa que provee la comida, Lucinéia Kosloski, se reunieron con una comisión formada por seis detenidos para definir los cambios en el menú de la cárcel.

De acuerdo con Kosloski se realizarán algunas sustituciones en la programación original para atender los pedidos hechos por los detenidos.

"Hoy [por el miércoles 7] estamos sirviendo feijoada y vamos a ofrecer otros platos, además de frituras, con más frecuencia", dijo la mujer, cuya empresa provee a la cárcel con 690 comidas por día.

En total, hay 220 presos en el lugar, que tiene capacidad para 256 detenidos.

La empresaria, que también es nutricionista, dijo también que los platos que fueron rechazados no van a ser completamente excluidos del menú, pero que se van a servir con una frecuencia menor.

Las nuevas recetas, de acuerdo con Kosloski, siguen un plan nutricional para ofrecer una comida balanceada a todos los detenidos de la cárcel de Rondonia.

Ahora, los presos ahora van a poder comer también pescado frito y filé con cebolla.

El menú puede haber mejorado pero los detenidos tiene ahora otro problema: los colchones que quemaron no van a ser reemplazados y, como castigo, van a estar sin visitas íntimas durante algunas semanas.

El director de la unidad justificó la decisión de esta manera: si los presos quemaron los colchones es porque no los necesitan.

Traducido por NATALIA FABENI

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	Los presos de una cárcel de Rondonia hicieron un motín para que les sirvan feijoada