Cuatro de cada diez docentes brasileños hacen horas extras para complementar su salario

30/06/2015 - 15h22

Kassyus Lages, de 38 años, aprovecha los intervalos de las clases como docente de historia, en Teresina, para promover la venta de ropa y zapatos.

Andrea Almeida, de 35 años, se divide entre las actividades de manicura y de maestra de matemática en una red municipal del interior de Maranhão.

Kelly Naves, de 40 años, llegó a trabajar tres turnos en escuelas en Belo Horizonte. Actualmente no almuerza y aprovecha ese tiempo para viajar de una escuela a otra, en la capital minera.

Estos habitantes de diversos puntos de Brasil son tres ejemplos que forman parte de una misma estadística de maestros que tuvieron que recurrir a una jornada doble (o hasta triple) de trabajo. Y sienten los efectos.

En la actualidad, cuatro de cada diez docentes de escuelas primarias del país, o un 41% del total, realizan actividades dentro y fuera de la educación para complementar su salario. De ese universo, un 10% llega a actuar en actividades fuera del ámbito de la educación.

Los datos, recabados por la organización Todos por la Educación a pedido de Folha, se desprenden de un cuestionario completado por 225.000 docentes de la red pública desde el 5º al 9º año de la educación primaria, una muestra que comprende los principales años de esta etapa de enseñanza.

En total, son 1,4 millones de profesores que enseñan en esta etapa.

En 16 estados, el índice supera el promedio nacional. Rio Grande do Norte (55%) y Roraima (54%) lo lideran. En la otra punta de la lista aparecen Tocantins y el Distrito Federal, con 22,6% y 12,7%, respectivamente.

En São Paulo, cerca del 41% de los maestros de escuelas primarias adhieren a actividades extras.

La investigación muestra también que cerca del 30% de los docentes que actúan en una escuela por 40 horas o más por semana también organizan su tiempo para complementar su salario con otras actividades.

Traducido por NATALIA FABENI

Lea el artículo original