Iglesias históricas de Olinda y Recife, cerradas por falta de seguridad y estructuras precarias

25/08/2015 - 16h07

Quien quiera conocer por dentro templos que ya fueron escenario de la historia de Brasil tendrá que contar con mucha suerte.

Con estructuras precarias, falta de seguridad y pocos empleados, la mayoría de las iglesias históricas de Recife y Olinda permanece buena parte del tiempo cerrada.

En dos días, Folha recorrió 25 iglesias en el centro histórico de las dos ciudades y encontró 16 de ellas con las puertas cerradas.

Siete están clausuradas por problemas en la estructura, pero sólo tres estaban en obra. Las otras nueve abren solamente para misa, o directamente no tienen horario para abrir.

El presidente de la comisión de cultura de la Arquidiócesis de Olinda y Recife, el monje Rinaldo, dijo que algunas de esas iglesias deberían haber estado abiertas en los días y horarios que fueron visitadas por Folha y que investigará por qué no estaban funcionando.

Los fines de semana, solamente abren en horario de misa. "Los centros quedan vacíos y el problema principal es la seguridad", dijo.

La estructura degradada es otro de los problemas. Hay pedazos de la estructura que están caídos, vidrios rotos, grafitis en las paredes y filtraciones.

En 2013, cinco iglesias de Recife y tres de Olinda fueron contempladas en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) para Ciudades Históricas, que destinó R$ 171 millones (US$ 41 millones) para proyectos de restauración en el estado. Pero, dos años después, sólo tres de las ocho iglesias están en obras.

La alcaldía de Olinda informó que los proyectos para las iglesias de Bonfim y de São Pedro están listos y que esperan autorización para licitar las obras.

La Empresa de Urbanización de Recife (URB) dijo que las iglesias del Carmo y de São José del Ribamar están en fase de contratación del proyecto.

Traducido por NATALIA FABENI

Lea el artículo original