Senador y banquero son presos tras intentar obstruir una confesión

26/11/2015 - 13h18

Por primera vez desde la redemocratización de Brasil (1985), el Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó la detención de un senador en ejercicio de su mandato. Delcídio do Amaral (Partido de los Trabajadores), jefe del bloque del gobierno, fue arrestado de forma preventiva por la Policía Federal este miércoles (25) en un hotel de Brasília, acusado de obstruir las investigaciones de la Operación Lava Jato.

La Corte ordenó también la prisión de André Esteves, socio principal del banco BTG, por cinco días. La prisión de Amaral es preventiva, sin fecha de caducidad. 

	Pedro Ladeira/Folhapress
	Delcídio do Amaral (Partido de los Trabajadores), jefe del bloque del gobierno en el Senado, fue arrestado por la Policía Federal.

Por la noche, los colegas de Amaral en el Senado votaron por mantener la prisión, de acuerdo con lo que establece la Constitución Federal, por 59 votos a favor y 13 en contra.

El juez Teori Zavascki, que investiga el caso, informó que el senador ofreció una mensualidad de 13.400 dólares para que el exdirector de Petrobras Néstor Cerveró no aceptase un acuerdo de confesión con la Justicia (llamado "delación premiada", que reduce las penas a cambio de informaciones significativas para la causa). Esteves pagaría también 1,1 millón de dólares. 

El plan, que incluiría la fuga de Cerveró hacia España vía Paraguay, se conoció a partir de una grabación oculta realizada por Bernardo, hijo del exdirector. La grabación revela diálogos en los que participan el senador Amaral y el abogado Edson Ribeiro, también detenido. 

Preso en la ciudad de Curitiba (sur del país, donde tramita la investigación), Cerveró acordó los términos de su confesión. Una de las acusaciones que hace es que la presidenta Dilma Rousseff sabía de las irregularidades en Petrobras. 

El potencial explosivo de lo que Cerveró podría revelar preocupa al gobierno. El Partido de los Trabajadores emitió una nota en la que dice no solidarizarse con Amaral. 

La grabación que llevó a la cárcel al senador Amaral y al banquero Esteves es de una conversación de una hora y treinta y cinco minutos, grabada en un hotel en Brasilia el último día 4 de noviembre. 

El diálogo, grabado por el hijo de Cerveró, expone la intención de Amaral de obstruir las investigaciones de la llamada Operación Lava Jato y su voluntad de influenciar las decisiones de los jueces del STF. 

En la conversación el senador ofrece a Bernardo un pago mensual de alrededor de 13.400 dólares para que intente convencer a su padre de no confesar. 

El senador oficialista quería evitar que el exdirector presentara detalles a la Justicia de su participación en irregularidades en la compra de una refinería en Pasadena, Estados Unidos. Amaral se proponía también  convencer a Cerveró de que se fugara de Brasil. 

Esteves, de acuerdo con la investigación, habría ofrecido apoyo financiero a la familia del exdirector de Petrobras, además de pagar 1,1 millón de dólares al abogado de Cerveró, Edson Ribeiro, que transferiría el dinero a la familia de Cerveró para evitar que el senador y el banquero fueran mencionados en una eventual confesión. 

La orden de prisión también incluye al abogado Ribeiro, pero éste no fue detenido porque se encuentra en Estados Unidos. Las autoridades darán parte a Interpol.

El senador habló también de la preocupación de la primera línea de dirigentes del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño, aliado del gobierno) frente a las investigaciones. Dijo que el vicepresidente Michel Temer (de ese partido) conversó con el juez del STF Gilmar Mendes porque "está muy preocupado por el [exdiretor Jorge] Zelada", recomendado por ese partido para integrar la estructura de Petrobras.

Amaral cita en su conversación el nombre de jueces del STF que, afirma, estarían dispuestos a votar por la liberación de los investigados que estaban presos en Curitiba.

Traducido por CARLOS TURDERA

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