Asesinan a catorce políticos en Río de Janeiro

06/09/2016 - 13h26

Una mañana de sábado, alrededor de las 9, Sérgio de Almeida, de 37 años, entró en su vehículo, estacionado frente a su casa en una región residencial de Duque de Caxias, en Río de Janeiro. El hombre no tuvo tiempo siquiera de encenderlo: otro auto estacionó a su lado y comenzaron los disparos.

Almeida intentó escapar por la puerta del acompañante, pero los dos atacantes -enmascarados y con guantes blancos- fueron en su dirección. Uno cargaba un fusil y el otro pistolas.

Fueron decenas de tiros, al menos seis en la cabeza de Berém do Pilar, como era conocido el candidato a concejal del Partido Social Liberal (PSL).

	Ricardo Borges/Folhapress
	La brutalidad de los crímenes llevó a que el Tribunal Electoral solicite la presencia de las Fuerzas Armadas.

Ese 2 de julio, Almeida se convirtió en el noveno político o candidato asesinado, desde noviembre de 2015, en esa región de Río de Janeiro formada por 12 municipios y con 3,6 millones de habitantes.

Otros cinco fueron muertos desde entonces, totalizando 14 víctimas que participaban en campañas políticas en esa región en nueve meses. En el mismo período de 2012 se había registrado apenas un caso.

La Policía Civil sostiene que seis de esos asesinatos fueron causados por una disputa entre miembros de una milicia. Otros dos por grupos de exterminio, que el comisionado Giniton Lages, titular del Departamento de Homicidios de Baixada, no considera milicias. Otras cuatro muertes fueron acciones relacionadas con el narcotráfico.

Tan sólo dos casos no tendrían ninguna relación la actividad política de las víctimas.

La brutalidad de los crímenes llevó al Tribunal Superior Electoral a pedir la presencia de las Fuerzas Armadas en municipios de la región y en áreas de la zona oeste de Río de Janeiro.

Folha confirmó, con fuentes policiales y judiciales que actúan en la región, la actuación allí de milicias que apoyan a candidatos políticos. La Cámara de Concejales sería un primer paso para después buscar una representación en los recintos legislativos del estado y federales.

Las milicias son grupos paramilitares formados por policías civiles y militares, en actividad o retirados, bomberos, militares y civiles. Surgieron en Río en los años 1990, extendiéndose desde la zona oeste de la ciudad hasta Baixada. Actualmente usan la violencia para intimidar a los candidatos.

La Policía Civil niega que se trate de una ola de crímenes políticos. Considera como tales apenas los casos en que el candidato es objeto de retaliación por su actividad partidaria. La mayoría de las muertes de Baixada se debería a la reacción de grupos criminales ante rivales u opositores, como líderes comunitarios. La policía categoriza tales hechos como crímenes comunes.

Traducido por CARLOS TURDERA

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