Nueve personas mueren por día a manos de policías en Brasil

28/10/2016 - 16h44

Todos los días, al menos nueve personas mueren como resultado de la intervención de la policía en Brasil. Y por lo menos un policía muere estando o no de servicio.

Los números constan en el 10º Anuario de Seguridad Pública, elaborado por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública (ONG que reúne a especialistas del sector) con base en datos de 2015.

Este informe evidencia que, al combatir la violencia con violencia, el Estado brasileño ha colaborado en el aumento de los índices récord de homicidios.

Eso porque, entre 2014 y 2015, a pesar de haber habido una pequeña caída de un 1,2% (de 59.086 a 58.383) en el total de muertes violentas en el país -considerada como una señal de estabilización del indicador-, las víctimas de la violencia policial crecieron un 6,3%, a 3345.

El número de policías muertos disminuyó un 3,9%: hubo 393 muertes en 2015.

"Falta hoy una política de Estado que combata la violencia", apuntó la socióloga Samira Bueno, directora ejecutiva del Fórum.

Para Renato Sérgio de Lima, sociólogo y director-presidente de la ONG, "Brasil precisa discutir el modelo de uso de la fuerza de sus policías".

Según el diputado Álvaro Camilo (PSD), ex comandante de la Policía Militar de São Paulo, "el aumento de la sensación de impunidad llevó a los infractores a ser más audaces, lo que aumenta el enfrentamiento con la policía, y entonces, la letalidad".

POLICÍAS MUERTOS

Los policías mueren tres veces más cuando están de franco que de servicio, según datos del anuario.

De acuerdo con especialistas en el tema, esto se debe a múltiples factores, como la autorización a portar armas y el supuesto involucramiento en actividades criminales.

MUERTES VIOLENTAS

Las muertes violentas intencionales tuvieron una tasa mayor de crecimiento en Rio Grande do Norte (RN): un 39,1%. Fueron 48,6 personas cada 100.000 habitantes en 2015.

La tasa está por bajo solamente de la de Sergipe (57,3) y Alagoas (50,8). Para Bueno, la explicación recae en la mejora del registro de informaciones y la ola de violencia que afectó a RN, donde el estado llegó a declarar la calamidad pública.

Traducido por NATALIA FABENI

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