Después del impeachment, la ex presidenta Rousseff lleva una vida discreta en un apartamento de clase media

01/11/2016 - 17h12

Después de haber pasado por un juicio político y haber sido destituida del cargo, la ex presidenta Dilma Rousseff lleva una vida discreta en un apartamento de clase media, en Porto Alegre (RS).

Evita hablar de política y suele andar en bicicleta por el barrio Tristeza, al lado de personal de seguridad.

Muestra las muñecas. Rousseff padece una Lesión por Esfuerzo Repetitivo (LER) de tanto andar sobre dos ruedas, un hábito que cultivó en los tiempos de cuando era presidenta. Pero no da señales de querer parar.

Tiene la intención de publicar un libro. "Quería escribir una novela policíaca. Me gusta mucho. Leí mucho", dice, mientras contempla los ejemplares de su colección.

El apartamento en Porto Alegre tiene unos 70 metros cuadrados en el primer piso, con muebles amontonados, y cuenta con otros 50 metros cuadrados en el piso superior.

En su cuarto, hay solamente una cama y una TV grande. Hay otro cuarto que está abarrotado de cajas. Rousseff dice que, en cualquier momento, va a hacerles frente. En el baño, se puede ver un par de ojotas que está apoyado en la pared, en diagonal, como para que se seque.

Se trata de una típica casa de clase media, que nada tiene que ver con los palacios en los que pasó la mayor parte de los últimos cinco años.

¿No es raro vivir acá después de haber vivido en el Palacio de la Alvorada?, pregunta Folha.

"No. [El ex presidente] Lula me dijo incluso: '¿Para qué precisas de un lugar grande? Quédate en uno pequeño'".

Rousseff tiene planes de cultivar una huerta en la amplia, y vacía, área externa del segundo piso. Allí no hay mucha privacidad. Hay un edificio al lado y otro que está en construcción.

Traducido por NATALIA FABENI

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