La huelga de policías desata una oleada de violencia en Vitoria

07/02/2017 - 10h27

La huelga de policías militares en Espírito Santo desató una oleada de violencia que tuvo como resultado homicidios, saqueos, interrupción de clases en las escuelas, paralización del servicio de transporte público y el cierre de centros comerciales en el área metropolitana de la ciudad de Vitoria.

La escalada de violencia, que comenzó el viernes (3) tras declararse la huelga, hizo que el Estado recurriera a la Fuerza Nacional y al Ejército que el lunes (6) ya patrullaba las calles de la ciudad.

Desde el sábado (4), han sido registrados 52 homicidios en todo el Estado, de acuerdo con el sindicato de los policías civiles de Espírito Santo.

Cuestionada, la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social no informó el total de fallecidos.

Además de los homicidios, por lo menos dos autobuses fueron incendiados y se produjeros numerosos saqueos en comercios de la metrópolis.

Con el avance de la violencia los vecinos manifestaron el miedo a andar por las calles de Vitoria, incluso durante el día dejando un paisaje desolador de calles desiertas y comercios cerrados.

La atención en la unidad de salud también se ha sido suspendida temporalmente, afectando al servicio de vacunación contra la fiebre amarilla.

Desde el viernes, familiares de policías militares protestan frente a las comisarías de la Corporación impidiendo la entrada y salida de coches de patrulla.

Los manifestantes reivindican mejores condiciones de trabajo, reajuste salarial y un plus de peligrosidad y jornada nocturna.

El lunes, el Tribunal de Justicia de Espírito Santo consideró la paralización ilegal y determinó el fin del movimiento fijando una multa de R$ 100.000 (US$ 32.000) por día si las asociaciones de policías militares no cumplen la orden. Y es que, en Brasil, la Constitución prohíbe a los policías militares declararse en huelga.

Para el fiscal Robson Luis Álvarez, se trata de una huelga blanca y velada de los policías y asegura que los familiares tienen el apoyo de las asociaciones de policía.

Mientras las asociaciones niegan cualquier relación con las protestas, Álvarez advierte que no se sentará a dialogar hasta que los efectivos no vuelvan a las calles.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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