Un vecino de Río pasa 36 horas detenido por un fallo en operación militar

14/03/2018 - 09h55

Un vecino de la Villa Kennedy, bastión del Comando Rojo, en la zona oeste de Río, pasó 36 horas detenido por el Ejército tras un fallo de los militares durante una operación en la favela.

Carlos Alberto Dória Jr, un relojero de 26 años, volvía de una fiesta con un amigo, la madrugada del 3 de febrero, cuando su coche fue detenido en un control de las Fuerzas Armadas instalado en el acceso a la favela, considerada por los militares un "laboratorio" de la intervención federal en el Estado.

Carlos y un amigo fueron cacheados y mostraron sus documentos, en seguida fueron liberados, no obstante, cuando se preparaban para marcharse, otro hombre, supuestamente embriagado, se acercó al control y provocó a los militares, que hicieron uso del spray de pimienta para reducirlo.

Según el relato oficial del cabo Pedro Henrique Rodrigues, en ese momento, por accidente, una nube de spray de pimienta invadió el coche de Carlos y del amigo, que saltaron del vehículo y protestaron contra la acción policial, lo que condujo a otra nube de gas de pimienta.

	Danilo Verpa/Folhapress
	Las Fuerzas Armadas consideran la región como una especie de "laboratorio" que ayudará a determinar cómo proceder durante la intervención federal en el Estado

El amigo de Carlos consiguió huir mientras que este fue esposado e introducido en el vehículo del Ejército. Fue arrestado por desobediencia y conducido a la Villa Militar, en Deodoro, a 10 km de allí.

El delito de desobediencia está tipificado en el Código Penal y prevé una pena de 15 días a dos años de reclusión.
 
Sin embargo, la ley 9.099 dice que cuando se trata de delitos con penas por debajo de dos años, el acusado es liberado tan pronto como firme un término en la comisaría en el que se compromete a comparecer a una audiencia.

"No debería haber estado detenido ni una hora, hubo claros abusos en esta cuestión", dijo el defensor Público de la Unión Thales Arcoverde.

OTRO LADO

A través de un comunicado, el Ejército dice que "no hubo intención por parte de los militares de rociar con spray de pimienta a otros ciudadanos, solamente el individuo que demostraba contrariedad a la inspección policial, pero el gas pudo haber afectado a otras personas, un hecho que no justifica una actitud hostil hacia la tropa".

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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