Llegan las bajas temperaturas a São Paulo y los sintechos deciden si duermen a la intemperie o en albergues

24/05/2018 - 14h56

En la calzada frente a una tienda de autos, un anciano dormía enrollado en una manta sufrida. Era martes (22) por la noche y los termómetros marcaban 13º C. Fueron unos pies expuestos a las bajas temperaturas los que llamaron la atención del equipo de asistencia a sintechos del Ayuntamiento de São Paulo que estacionó la furgoneta para intentar llevar a aquella persona que pernoctaba en la calle a un albergue municipal. "Buenas noches señor. ¿Quieres ir a un albergue? ", Preguntó la orientadora Wenia Diniz, sin oír ninguna respuesta. El señor aceptó la manta que ofrecía el equipo y volvió a dormir.

A pocos metros, en la misma calzada, el fontanero Romildo de Jesús, de 42 años, estaba acostado con los brazos encogidos dentro del jersey y con la cabeza apoyada en una mochila.

A diferencia de Antonio, Romildo sí aceptó la invitación para pasar la noche en el CTA (Centro Temporal de Acogimiento) Santana.

Desde el domingo (20), las madrugadas han helado la capital y la asistencia a los sintechos ha aumentado. En toda la ciudad, hay 14 vehículos que rondan todas las noches a partir de las 22h con equipos especializados para tratar de convencer a las personas sin hogar a pasar la noche en refugios. Durante el día, la flota llega a 85 furgoneta.

Pero los asistentes sociales no pueden obligarlos a aceptar la acogida. Ante la negativa, los trabajadores registran datos, como nombre, documento de identidad y filiación, en una ficha que luego es incluida en una base de datos del Consistorio.

La interacción más insistente se da apenas en casos extremos, cuando la persona presenta síntomas graves de salud, como dificultad para respirar y falta de conciencia. Entonces, los trabajadores sociales deben llamar a la ambulancia y aguardar a que llegue el equipo de salud al lugar para trasladar a la persona hasta un hospital.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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