La ley electoral de Brasil reduce los servicios de información a la población

31/07/2018 - 13h27

Como consecuencia de la interpretación que las autoridades brasileñas han hecho de su ley electoral, los entes públicos del país han restringido la actividad de sus canales de comunicación al servicio de la población.

En São Paulo, por ejemplo, las noticias sobre el metro, trenes metropolitanos y bomberos se han visto reducidas en sus páginas oficiales y redes sociales.

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	Reproducción de pantalla de Twitter de los Bomberos que ha dejado de ser actualizada debido a la ley electoral

La falta de información no ha pasado desapercibida para las decenas de seguidores de los perfiles de las instituciones y se apresuraron en clasificar la medida de "burla", "absurda" y "ridícula". Hay quien protesta alegando que se ha hecho una interpenetración errónea de la norma pues "estos canales son un servicio de información y no de propaganda".

En vigor desde 1997, la Ley de Elecciones prohíbe que, los tres meses anteriores a los comicios, se haga "publicidad institucional de actos, programas, obras, servicios y campañas de órganos públicos federales, estatales o municipales, o de las respectivas entidades de administración indirecta".

Siguiendo esta norma, el Metro paulista ya no informa sobre los conciertos que se celebran en las estaciones y la Secretaría de Cultura dejó de divulgar muestras, conciertos, paseos y obras realizadas con subvenciones del Estado.

Asimismo, en la página de los bomberos, ya no consta información sobre incendios y accidentes.

Los usuarios han reclamado pues consideran este tipo de divulgación una prestación de servicio y no propaganda política.

El Gobierno explicó a Folha que estos cambios no solo cumplen la legislación sino también la jurisprudencias del Tribunal Regional Electoral. "Compartir incidencias del Cuerpo de Bomberos y de la Policía Militar a través de las redes sociales puede ser considerado publicidad institucional ya que promueven los servicios prestados por el Gobierno", afirma.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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