Un 9% de los ancianos de Brasil consume alcohol todos los días, según Datafolha

22/01/2018 - 14h16

Un tema cercado de tabúes, el consumo excesivo de alcohol en la vejez es un problema de salud y social poco abordado por las políticas públicas, hoy apuntadas a los consumidores más jóvenes.

Una encuesta de Datafolha inédita muestra que casi uno de cada diez hombres ancianos en Brasil (9%) bebe todos los días, cinco veces el promedio del país (2%) y el doble del porcentaje de alcohólicos (4%).

Entre las mujeres ancianas, el 81% no bebe, contra un 57% de los hombres, lo que confirma la tendencia en la población en general de que las mujeres están menos expuestas al alcohol que los hombres (63% de las mujeres no toma, contra un 6% de los hombres).

El alcoholismo causa un gran impacto en el sistema nervioso, cardiovascular, circulatorio y gastrointestinal.

Si la bebida es asociada al consumo de tabaco o calmantes, situación frecuente entre los ancianos, el mal es todavía mayor porque se suman efectos perjudiciales, según la psiquiatra Ana Cecília Marques, profesora de la Unifesp.

Para la especialista, el anciano que bebe es un "paciente invisible", que muchas veces desarrolla la dependencia después de jubilarse, divorciarse o quedar viudo.

El médico clínico Paulo Olzon está de acuerdo con que la soledad, la muerte de amigos y parientes y la consecuente pérdida de referencias es un disparador importante del alcoholismo en la vejez. E indica que los médicos pueden hacer poco ante el rechazo de la persona a aceptar ayuda.

"Los ancianos difícilmente admiten que consumen alcohol en exceso, creen que tienen control sobre la bebida. Se terminó el tiempo en que el médico ejercía el papel de padre".

Traducido por NATALIA FABENI

Lea el artículo original

	Rivaldo Gomes - 30.mai.2012/Folhapress
	Una encuesta de Datafolha muestra que casi uno de cada diez hombres ancianos en Brasil (9%) bebe todos los días