El brasileño nominado al Oscar dice que le costó asumirse como cineasta

22/01/2016 - 15h54

Alê Abreu, 44, el hombre que juró nunca vestir un traje, romperá esa promesa para representar a Brasil en la ceremonia del Oscar, el próximo 28 de febrero. Nada mal para un director que tardó en reconocerse como cineasta.

"Me costó asumirme como cineasta. Lo hice hace dos años atrás, cuando desde hacía cinco que no hacía otra cosa", admitió. "Antes, cuando tenía que definir mi profesión, decía que era diseñador", contó.

Su interés por el diseño nació cuando era pequeño. Desde el jardín de infantes que demostró predisposición al arte. El comienzo, no obstante, fue al lado de su madre, quien murió cuando él tenía sólo cinco años.

"No tengo muchos recuerdos de ella, pero uno que sobrevivió es el de ella enseñándome a mezclar colores primarios para obtener secundarios. Eso formó un vínculo con mi carrera".

Esa pasión por el diseño le dio una tregua en la adolescencia, época en la que descubrió el skate. Muy habilidoso, consiguió patrocinios de algunas marcas y hasta llegó a disputar campeonatos.

Presionado por su padre para ganar dinero, decidió cursar comunicación social a la vez que aprovechó para producir su primer cortometraje, en 1993, con ayuda de colegas.

Una vez graduado, realizó campañas publicitarias e ilustró libros infantiles para financiar otros dos cortos, antes de su gran estreno de 2008, con el largometraje "O Garoto Cósmico".

Estaba inmerso en otro proyecto cuando encontró en su archivo un dibujo de un niño hecho de palitos, que no recordaba haber hecho. "En la urgencia del trazo encontré la energía para la película", recuerda. Así nació "O Menino e o Mundo", nominada al Oscar como mejor película animada.

Traducido por NATALIA FABENI

	Divulgação
	"O Menino e o Mundo", película animada de Alê Abreu