Muere Roberto Farias, el cineasta que reconoció el poder popular de la televisión

15/05/2018 - 14h26

La trayectoria de Roberto Farias, que falleció víctima de un cáncer, el lunes (14), en Río, a los 86 años, ilumina, como pocas, la complejidad y las contradicciones del cine brasileño en los últimos 70 años.

En la escuela del cine popular, Farias vive, en sus comienzos, la decadencia de la chanchada, de la que es sintomático su "Un Candango en Belacap" (1960).

Desde aquel entonces ya busca nuevos caminos. Sintonizado con el cine de los años 1950, se decanta por el cine policial, género que le permite convertirse en uno de los grandes productores brasileños gracias a las cintas "Ciudad Amenazada" (1960) y, sobre todo, "Asalto al Tren Pagador" (1962).

	Ana Carolina Fernandes/Folhapress
	Roberto Farias

Su relación con el cine popular se acentúa a lo largo de aquella década dominada por el cine nuevo.

Farias toma la dirección opuesta al movimiento. Dirige primero la comedia 'Toda doncella tiene un padre que es una fiera' (1966) y produce entre 1968 y 1971 la trilogía del cantante Roberto Carlos ('RC En Ritmo de Aventura', 'RC y el Diamante Rosado', 'RC a 300 Kilómetros por hora').

A mediados de los años 70, asume la dirección general de Embrafilme, en un momento de acercamiento entre la tradición del cine popular y los cineastas oriundos del cine nuevo.

Al mismo tiempo que asociaba la tradición del cine nuevo a la búsqueda de un público amplio, la distribuidora daba secuencia a una fértil asociación con 'Los Trapalhões', que garantizaba la posibilidad de que otras películas, de menor alcance, consiguieran distribución decente.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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