Los estadios del Mundial, transformados en verdaderos "elefantes blancos"

13/06/2016 - 16h45

Pasaron exactamente dos años de la ceremonia de apertura del Mundial 2014 y las sedes del evento sufren con la falta de público.

De los 12 estadios que fueron sede de los partidos del Mundial, solamente el Arena Corinthians, en São Paulo, registra una tasa de ocupación superior al 50%.

En el otro extremo, el estadio Mané Garrincha, en Brasilia, y el Arena Pantanal, en Cuiabá, se destacan como "elefantes blancos". Mientras que el primero tiene -en promedio- un 20% de ocupación, el segundo, sólo llega al 13%.

A efecto de comparar, los estadios de las principales ligas europeas, como la inglesa y la española, superan la tasa de ocupación del 70%. La liga alemana supera el 90%. Esos porcentajes europeos significan, de modo general, que el fútbol en esos países es rentable.

Para ser mejor aprovechado, el estadio de Cuiabá pasó a albergar organismos públicos desde el final del Mundial, como el Gabinete de Asuntos Estratégicos.

En Manaos, la tasa de ocupación del estadio Arena Amazonia es del 31%, no obstante, recibió sólo 18 partidos desde el final del Mundial, un promedio de un partido cada dos meses.

Por su parte, el Mineirão atrae una cantidad de público razonable. Con capacidad para 62.000 personas, llega a un promedio de 27.000 espectadores por partido.

"Los gestores de los estadios entendieron que van a tener que adaptarse. La economía brasileña no es tan pujante como lo era antes", dijo Samuel Lloyd, director comercial del consorcio que administra el estadio.

La idea entonces es invertir en otros eventos, como shows. Sumados, el estadio Arena das Dunas (25% de tasa de ocupación), en Natal, y el Fonte Nova (30%), en Salvador, ya recibieron más de 170 eventos que no tienen relación con el fútbol, como ferias de automóviles y circos.

Pero a pesar de los esfuerzos, el estadio Fonte Nova no logra que cierren sus cuentas.

Traducido por NATALIA FABENI

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