Una semana antes del Mundial, una huelga de trabajadores del metro paraliza São Paulo

06/06/2014 - 14h21

La huelga de los empleados del metro de São Paulo transformó este jueves (5) a la ciudad en un caos, una semana antes del comienzo de la Copa del Mundo.

Los pasajeros que encontraban estaciones cerradas, se empujaban unos a otros para tratar de entrar en autobuses atestados para conseguir llegar al trabajo.

Hubo filas para subir a taxis. Mototaxis, camionetas y coches clandestinos aprovecharon la situación para ofrecer sus servicios.

El tráfico, agravado por el paro de los agentes de tránsito (CET) batió el récord del año durante la mañana.

El escenario del viernes (6) no debe ser tan diferente, ya que los trabajadores del metro decidieron mantener la huelga. Hasta el cierre de esta edición, no había una definición sobre la huelga de los controladores del tránsito.

Los trabajadores del metro no cumplieron con la orden judicial que requería el pleno funcionamiento del medio de transporte durante las horas pico.

Alrededor de 3 millones de personas se vieron directamente afectadas por la huelga. Hasta las 7, las tres principales líneas del metro (1-azul, 2-verde y 3-roja) estaban completamente cerradas.

Más tarde, supervisores fueron convocados por la dirección de la empresa para tomar el control de los trenes, y el servicio fue retomado de forma parcial, ya que sólo abrieron algunas estaciones.

La línea 4-amarilla (privada) no se vio afectada por la huelga. La 5-lila operó con algunos retrasos, pero luego retomó la normalidad.

"Esto es una humillación. Que vi ayer en Internet que el metro iba a funcionar en las horas pico, ahí uno llega y se encuentra con un desastre", dijo Tamires Barbosa, de 20 años, segunda en la fila de taxis cerca de la estación de Jabaquara.

En la estación Corinthians-Itaquera, los pasajeros que querían entrar en la red de trenes, se enojaron y rompieron puertas (el acceso al tren se hace a través de la entrada del metro, que estaba cerrada).

TRASTORNOS

El gobernador Geraldo Alckmin (PSDB) clasificó la huelga como parte de un movimiento político y acusó a los responsables del paro de traer "caos, desorden, sin ninguna razón de ser".

Los trabajadores del metro redujeron el jueves el pedido de aumento del 16,5% al 12,2%. La compañía dijo que no había posibilidad financiera para aumentar más de un 8,7%.

El presidente de la empresa, Luiz Antonio Carvalho Pacheco, dijo que el cambio en los beneficios se traducirá en un aumento del 10,6% al 13,3%.

Traducido por NATALIA FABENI

Lea el artículo original