PUBLICIDAD

Siga-Nos

Las últimas galerías de fotos

Marcas de tensión Marcas de tensión

Publicado en 11/04/2016

Mercado Brasileño

12h03

Bovespa

-0,14% 129.028

16h43

Oro

0,00% 117

12h17

Dólar

+0,39% 5,0873

16h30

Euro

+0,49% 2,65250

PUBLICIDAD

El clima de Mundial en Vila Madalena ahuyenta a vecinos y asusta a dueños de tiendas

29/06/2014 - 02h00

Publicidad

VANESSA CORREA
REGIANE TEIXEIRA
DE SÃO PAULO

Autos con música a todo volumen y vendedores ambulantes que ofrecen bebidas alcohólicas hasta mucho después de que los bares sirvieron la última ronda han transformado a Vila Madalena en un carnaval durante toda la noche.

La fiesta sólo termina al salir el sol, cuando llegan los camiones de la municipalidad encargados de la limpieza.

El conflicto entre la bohemia y los habitantes del barrio, que es antiguo, se elevó a la décima potencia con el Mundial. Hay personas que llevan días sin dormir, que ya decidieron ir a hacerlo a las casas de parientes, y hay otros con ganas de golpear a los que viven de fiesta.

Sin mencionar a los dueños de tiendas que decidieron no correr riesgos y cerraron sus puertas.

Los habitantes del área formada por las calles Wisard, Fradique Coutinho, Mourato Coelho y Aspicuelta, donde se concentra la multitud, son, claro, los más descontentos.

Como Juliana Vigorito, 30, escribiente de los Tribunales de Justicia. Ella vive en una casa de dos pisos en Aspicuelta, cerca de Fradique, que permanece con el frente de su casa ocupado durante los días en que juega Brasil.

"Ya llamé a la policía unas diez veces, imploré, pero no pasa nada. El ruido sólo terminó cuando llegó el personal de limpieza de la municipalidad, alrededor de las 05:30 de la mañana", dice Juliana, con los ojos hundidos típicos de quien no ha dormido desde hace noches.

"Sentimos como temblores dentro de nuestras casas".

Residente de la calle Aspicuelta desde que tenía nueve años, Maria Justos, 90, dice estar al borde de la locura. "Estoy perdiendo la cordura con todo ese ruido. ¿Por qué no viene a dormir aquí un día para que vea lo terrible que es?".

El problema no es sólo el ruido. La fotógrafa Aline Lata, 25, residente de la calle Luís Anhaia, se queja de los que orinan y de las parejas que tienen sexo en la puerta de su casa.

"Los policías se van después del partido, no tenemos a quién recurrir. He escuchado a otros residentes decir que quieren golpear a estas personas. Es horrible, pero de verdad sientes que quieres golpearlos. Ya pasó por mi cabeza la idea de tirarles excremento."

La abogada Evian Elias, 55, renunció a seguir viviendo en la Vila temporalmente. Desde el lunes (23) vive en el apartamento de un amigo, en Alto de Pinheiros.

"Después de que los bares bajan la música, a eso de la 01:00, el ruido continúa. Entonces, alrededor de las 05:00, tienes el ruido de los recolectores de basura recogiendo los vidrios y de los camiones cisterna limpiando las calles. No tiene fin".

Lo incómodo de la situación obligó a los residentes a realizar una reunión del Consejo Participativo de Pinheiros el martes en la noche (24). El subprefecto Angelo Salvador, 53, estuvo presente.

Al ser cuestionado sobre la falta de fiscalización del ruido y la venta de bebidas, fue sincero: la municipalidad no esperaba esa concentración de personas en la Vila.

"Son 50.000 personas. Los intentos de controlar a los vendedores ambulantes en medio de la multitud es complicada, puede haber hostilidades". Ahora, dice, dos agentes de la Policía Militar acompañarán a cada fiscal para garantizar su seguridad.

PUERTAS CERRADAS

Para muchos dueños de tiendas, la multitud de personas que han invadido el barrio no significó un aumento en las ganancias. La diseñadora de zapatos Juliana Bicudo, 35, decidió cerrar la tienda con su nombre en la calle Girassol por diez días para evitar la multitud.

"Decidí darles vacaciones colectivas a mis tres empleadas. Ese no es un público que viene a comprar", dice ella, que reabrió el martes (24).

En la calle Harmonia, ni siquiera las tiendas con productos típicos brasileños tuvieron ganancias con la llegada de los turistas. La tienda Projeto Terra, con artesanías en madera, tuvo una caída de movimiento de un 30% con el Mundial.

En la madrugada del martes (24) entraron por la fuerza a la galería de arte Urban Arts, en la calle Aspicuelta. La tienda terminó con una vidriera quebrada y fueron robados computadoras, dinero y celulares. "Nadie estaba esperando que una concentración viniese a la Vila.

La municipalidad colocó policías, baños químicos, pero no es suficiente", afirma Marcelo Fassur, gerente de la galería.

QUIÉN FUE MADALENA

Dice la tradición oral que el barrio era parte de un terreno conocido, a comienzos del siglo xx, como terreno del Río Verde, cuyo dueño era un portugués, padre de Madalena, Beatriz e Ida.

Las tres hijas habían heredado las tierras, dando origen a tres barrios con sus nombres. De acuerdo a la municipalidad, el barrio surgió primero como Vila dos Farrapos, en 1910. Sólo en los años 1950, las calles de tierra de la zona cedieron lugar al asfalto.

Traducido por LORENZO CARVAJAL

Gracias!

Close

¿Está interesado en las noticias de Brasil?

Suscríbase a nuestra newsletter en español, enviada los días hábiles, y manténgase informado sobre las noticias de Brasil.

Cancelar