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Los restaurantes en São Paulo, desiertos durante el Mundial
01/07/2014 - 12h56
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MONIQUE OLIVEIRA
DE SÃO PAULO
Pantalla gigante, decoración verde y amarilla y un menú típico no fue suficiente para atraer a los fanáticos del Mundial hacia las mesas de los restaurantes.
Mientras los bares están repletos, propietarios y gerentes se quejan del poco movimiento en sus establecimientos, que llega a ser inferior al de antes del Mundial.
"El barrio Jardins está casi vacío", bromea Hugo Delgado, socio y director del restaurante Obá, ubicado en ese barrio cerca de la avenida Paulista.
Cerca de allí, en Brasil a Gosto, especializado en comida local, la frecuencia estuvo siendo "muy baja". "Nos preparamos para el Mundial, pero recibimos sólo algunos grupos", dice Gilvane Rebelo, gerente.
Tampoco los restaurantes de Vila Madalena, en la zona oeste, pudieron lucrar con los visitantes.
"En uno de los partidos, diez turistas entraron y se fueron cuando descubrieron que no teníamos cerveza tirada".
De acuerdo con la chef Andrea Kaufmann, propietaria de AK Vila, el restaurante cerró en algunos partidos. "No esperaba gran cosa, pero no pensé que iba a ser esta 'tragedia'", dice.
Una de las posibles razones de la baja concurrencia es la agitación en las calles, que aleja incluso a los frecuentadores más asiduos. "Los clientes huyen de la pantalla gigante", dice Delgado, del Obá.
Según la Asociación Brasileña de Bares y Restaurantes (Abrasel-SP), era esperado que los restaurantes no iban a ganar tanto como los bares, que registraron un aumento del 80% en la facturación durante los partidos de Brasil, de acuerdo con los números de la entidad.
Por su parte, la Asociación Nacional de los Restaurantes (ANR) dice que hay un equilibrio. "Hay movimiento en las ciudades que son sede de los partidos un día antes", dice el presidente, Cristiano Melles.
Traducido por NATALIA FABENI