El futuro ministro de Hacienda de Brasil promete un fuerte ajuste fiscal

28/11/2014 - 14h15

El nuevo equipo económico, que fue anunciado oficialmente este jueves (27), dejó en claro su línea general de trabajo: realizar un ajuste gradual y creíble de las cuentas, ponerle un fin a las transferencias de los recursos del Tesoro a bancos públicos y transparentar y devolverle el equilibrio a la economía, como condición para mantener las políticas sociales.

El plan general fue anunciado por el futuro ministro de Hacienda, Joaquim Levy, -tal como fue anticipado el último viernes (21) por Vera Magalhães, editora de "Painel"-, junto a Nelson Barbosa, futuro ministro de Planeamiento, y Alexandre Tombini, que mantendrá su cargo al frente del Banco Central de Brasil.

Solamente Tombini está en el cargo en la actualidad. Habrá un período de transición para establecer un ajuste de las cuentas públicas e intentar que se apruebe en el Congreso la ley que exime al gobierno de cumplir la meta fiscal de este año.

Asumiendo el papel del líder del grupo, Levy anunció que el llamado superávit primario será del 1,2% del PIB en 2015 y estará en un mínimo de 2% en los dos años siguientes.

"Alcanzar esas metas es fundamental para el aumento de la confianza en la economía brasileña y creará la base para retomar el crecimiento económico y la consolidación de los avances sociales", dijo.

La nueva meta fiscal para el próximo año es menor que la definida por el equipo actual del ministro Guido Mantega, que era de 2% a 2,5%, considerada en este momento imposible de ser alcanzada.

La reducción forma parte de la estrategia del nuevo equipo, de solamente trabajar con metas que serán cumplidas y garantizar transparencia de las cuentas públicas, buscando retomar la credibilidad el gobierno.

"Ese compromiso [de transparencia] es un factor indispensable", afirmó Levy.

La falta de confianza del empresariado y de los consumidores en la política económica del gobierno es señalada como uno de los principales motivos para el bajo crecimiento de la economía brasileña, que debe estar cerca de cero en 2014.

Respondiendo a otras críticas del mercado financiero, Levy destacó que el "objetivo inmediato del gobierno" es definir una meta fiscal para los próximos tres años apuntando a reducir la deuda bruta del sector público, en alta en los últimos años, en lugar de la deuda neta, como pasa ahora.

Para eso, el nuevo ministro de Hacienda indicó el fin de transferencias de recursos del Tesoro a los bancos públicos, que comenzó en el gobierno de Lula y fue extendida por Dilma para intentar impulsar inversiones, aunque sin éxito.

Traducido por NATALIA FABENI

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	Pedro Ladeira/Folhapress
	El nuevo equipo económico elegido por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff