El gobierno de Brasil vuelve a usar bancos públicos para hacerle frente a la recesión

19/08/2015 - 15h14

Frente al riesgo de que Brasil tenga que enfrentar dos años seguidos una recesión, y necesitando del apoyo de la comunidad empresarial para sobrevivir a la actual crisis política, el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff decidió una vez más utilizar los bancos públicos para proporcionar crédito a tasas de interés bajas a sectores de la economía que estén en problemas, como la industria automotriz.

La polémica medida, que fue adoptada durante el primer mandato de Rousseff y luego abandonada tras numerosas críticas, forma parte de un programa más grande que está siendo elaborado por el ministro de la Casa Civil, Aloizio Mercadante, con la participación de los Ministerios de Hacienda, Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.

Este martes (18), el banco Caixa implementó las primeras medidas del programa, al anunciar líneas de crédito con tasas de interés bajas para las empresas que se comprometan a no despedir personal. Este miércoles (19) el Banco do Brasil lanzará acciones similares, pero con tasas más cercanas a las del mercado.

Entre 2008 y 2014, la práctica era común. Fue dejada sin efecto con la llegada de Joaquim Levy al Ministerio de Hacienda, después de la reelección de Rousseff.

El programa llega después de que las dos mayores entidades industriales del país, la Fiesp y la Firjan, difundieran su apoyo público a la gobernabilidad del país, y que grandes empresarios se alinearan para expresar su apoyo a la presidenta.

A todo esto le sigue el apoyo explícito a una agenda de consenso del hasta entonces rebelde presidente del Senado, Renan Calheiros.

MEDIDAS

Una parte del gobierno argumenta que sin el retorno del crecimiento, el gobierno no va a aumentar sus ingresos y seguirá teniendo problemas para equilibrar las cuentas.

El banco Caixa anunció que va a liberar cerca de R$ 5000 millones (US$ 1400 millones) en préstamos solamente para el sector automotriz, incluyendo dinero y recursos para los trabajadores (a través del Fondo de Apoyo a los Trabajadores [FAT] y del Fondo de de Garantía de Indemnización para Empleados [FGTS]).

Los sectores del petróleo, gas, alimentos, energía eléctrica, electrónicos, telecomunicaciones, productos farmacéuticos, productos químicos, papel y celulosa, maquinaria, equipamiento y construcción civil están también negociando con el gobierno.

La presidenta del banco Caixa, Miriam Belchior, dijo que el objetivo es ayudar a las empresas a "respirar". "[El programa] fue debatido incluso con el Ministerio de Hacienda. Es una posición de consenso del gobierno", agregó.

Levy, que sostiene que los privados deben financiar las inversiones en el país, era visto en la tarde del martes (18) como el perdedor del debate.

El sector automotriz tendrá cuatro líneas de crédito. En tres de ellas, las prestaciones comenzarán a ser abonadas en seis meses, cuando el gobierno espera ver una reactivación.

La primera consiste en recursos de crédito a los proveedores de autopartes, con tasas de interés del 1,41% mensual. Las empresas tendrán dinero para gastos en el segundo semestre a partir de un 0,83% por mes, más la tasa de referencia (TR).

El banco Caixa también financiará maquinaria nueva y usada a un 1,5% por mes. La cuarta línea de créditos es para la renovación de flotas (transporte colectivo, maquinaria agrícola y camiones) con una tasa del 9%, más la tasa de referencia por año.

Las tasas más bajas serán otorgadas a las empresas que se comprometan a no despedir personal durante el período del préstamo. Esto será controlado a través de los registros de pagos.

De acuerdo con averiguaciones de Folha, en el caso del Banco do Brasil, la financiación se dará con recursos y tasas del mercado. Habrá reducciones en las tasas de interés para las empresas que mantengan a sus empleados y las tasas de morosidad bajo control.

El Banco do Brasil proporcionará créditos principalmente a los proveedores de las empresas líderes del mercado. También firmará un acuerdo con el sector automotriz.

Traducido por NATALIA FABENI

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