Las producciones de soja y maíz auguran una recuperación récord de la agricultura brasileña

20/02/2017 - 12h32

La agricultura brasileña no podría ir mejor. Un panorama totalmente diferente al que se vivió en 2016, cuando el clima provocó fuertes retracciones en la producción.

La previsión es que el sector inyecte R$ 546.000 millones (US$ 175.000 millones) a la economía, R$15.000 millones (US$ 4.800 millones) más que el año pasado.

Cuando la agricultura va bien el chute de ánimo y de renta es inmediato en todo el país.

Sorriso (Sonrisa), una localidad de Mato Grosso considerada la mayor productora de soja del mundo, puede volver a hacer honor a su nombre.

Ya la pequeña Urupema, con 2.400 habitantes, espera optimista la colecta de manzanas. Durante tres meses, la ciudad vive el movimiento de una colecta que promete ser buena.

José Gasqués, del Ministerio de Agricultura, destaca el efecto multiplicador de esa producción. "Tras salir de las haciendas, el producto impacta en la economía de otros sectores como el de transporte, el de la industrialización, la exportación y el financiero. Cada municipio se beneficia conforme a sus características".

Es lo que los buques insignia del agronegocio brasileño, la soja y el maíz, están consiguiendo. Con perspectivas de cifras récord, estos productos ya están dejando huella.

El sector de maquinarias agrícolas vendió un 75% más en enero que en el mismo periodo el año pasado.

Ya la industria de abono espera repetir el récord de ventas de 2016. Y todo ello porque los productores se preparan para recoger la colecta récord.

La producción de soja de 2017 puede superar en 10 millones de toneladas la de 2016 y la de maíz, en 21.

La buena evolución hará que la producción nacional de grano llegue al récord de 220 millones de toneladas este año.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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