Disputa sobre satélite pone en riesgo las promesas de banda ancha del gobierno brasileño

20/04/2018 - 12h37

El buque insignia del plan "Internet para Todos" del Gobierno Federal, divulgado a finales de 2017, es un satélite de Telebras que costó R$ 2.700 mil millones (US$ 800 millones) y está sin uso desde junio del año pasado, cuando entró en órbita.

Después de una subasta, celebrada en octubre de 2017, que no consiguió atraer interesados, Telebras estuvo a punto de cerrar un contrato con la estadounidense Viasat, que finalmente instalaría los equipos en suelo para usar el SGDC (Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas).

El competidor Vía Directa, de Amazonas, sin embargo, cuestionó el acuerdo ante la Justicia en marzo de este año. La empresa dice que también estaba siendo analizada para operar el satélite y que el edicto de la licitación preveía al menos tres empresas, lo que ella demanda que sea respetado.

Cuando hay una subasta desafortunada, la Ley de las Estatales exige que el contrato sin licitación siga las mismas condiciones del edicto anterior -agora, la Unión debe probar que ese es el caso de la asociación con Viasat. Mientras tanto, el TRF-1 (Tribunal Regional Federal de la 1ª Región) suspendió la negociación y pidió analizar el contrato, que hasta ahora se mantiene bajo secreto.

Según el gobierno brasileño, miles de escuelas y hospitales serán atendidos por el satélite. "Cerca de 500 equipos que van a llevar la banda ancha de calidad a áreas rurales de Roraima están listos para ser instalados y aguardan la liberación", dice Telebras.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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