Marcha de Inmigrantes en São Paulo conjuga unión y diversidad

07/12/2015 - 15h34

"Fronteras Libres, No a la Discriminación". Con esta consigna circuló la Marcha de los Inmigrantes por las calles de São Paulo este domingo (29), una manifestación durante la que esas fronteras parecieron ignoradas o superadas.

Al menos 300 personas participaron de la manifestación, aunque hay cálculos de hasta 600 participantes. Entre ellos, integrantes de diversos grupos culturales y religiosos, nacionalidades, instituciones de apoyo al migrante, entidades de derechos humanos e independientes, entre otros. Una diversidad unida alrededor de reivindicaciones que tienen en común la promoción de la dignidad humana, independientemente del origen, credo, género o idioma.

A lo largo de la marcha, que fue desde la Plaza de la República hasta la Catedral Sé, se pudo ver lado a lado banderas de pueblos distantes geográfica y culturalmente entre sí, como República Democrática del Congo y Bolivia, pero unidos por una misma agenda.

"Hay muchos pueblos representados hoy aquí en la Marcha por un mundo sin fronteras y sin discriminación", dijo Rosana Gaeta, de la Secretaría Municipal de Salud de São Paulo y voluntaria del CAMI (Centro de Apoyo y Pastoral del Migrante), uno de los movimientos que organizaron la manifestación.

Otro ejemplo de la diversidad y del mensaje de tolerancia fue la participación del grupo Soul da Paz, una banda formada por cristianos, musulmanes, budistas, hindúes y representantes de otros credos, que iniciaron los trabajos de la Marcha. Su repertorio incluye canciones que hablan de paz y de fortalecer lazos en la lucha por la justicia y paz para el mundo.

"Esto es para recordar que las religiones también apoyan y están al servicio de la inclusión social y la dignidad", dijo Roque Patussi, director de CAMI, sobre la participación del grupo.

En su trayecto, la Marcha contó también con la adhesión de un grupo de umbandistas, que expresaron su solidaridad con las comunidades africanas. "Como todos aquí, nosotros también queremos que nos acepten como somos", dijo uno de los integrantes del grupo.

Como en 2014, la Marcha de este año también contó con el "Bloco das Mulheres" (Agrupación de las Mujeres), que reforzó las consignas generales y llamó la atención sobre las exigencias femeninas de igualdad de género.

"Fue muy inspirador. Crecimos en fuerza. Este año hubo mucho más mujeres inmigrantes en el grupo que el año pasado. Creo que logramos poner más en evidencia a la marcha", considera la militante chilena Andrea Carabantes Soto, integrante del Equipo de Base Warmis y una de las organizadoras del grupo.

"No estamos solos"

La importancia de eventos como esta Marcha de los Inmigrantes es mayor dado el contexto global de aumento de la xenofobia y menosprecio a inmigrantes, refugiados y algunos credos, razas y géneros.

"Vemos una sociedad cada vez más reaccionaria, retrógrada. Cada vez que participo de manifestaciones como esta, me doy cuenta de que no estoy sola, sino que hay más gente que piensa como yo; que las fronteras son políticas, económicas, pero no deberían ser humanas", opina Mariana Meidani, descendiente de griegos e integrante del grupo Zorbás, de danza folclórica griega. A Meidani le llamó la atención la ausencia de sirios y haitianos en la manifestación, dos de las nacionalidades que más aparecen en las noticias brasileñas sobre migraciones.

El boliviano Eduardo Schwartzberg, que participó por primera vez, vio en la marcha una representación de los migrantes que viven en São Paulo y que quieren derechos. "Creo que acciones como esta muestran que los migrantes también contribuyen a Brasil, que quieren y deben tener tanto obligaciones como derehos".

El periodista Christo Kamanda, de la República Democrática del Congo, también comentó la cuestión de la visibilidad. "Nadie elige donde nacer. Brasil debe ser un lugar para todos, así como también lo deberían ser Europa, Oceanía o Asia. Para mí es importante decirle eso a los políticos, que el mundo nos pertenece a todos", concluyó.

Traducido por CARLOS TURDERA