Por falta de recursos, Brasil reduce los proyectos de cooperación en África

24/03/2015 - 14h48

Por falta de recursos y de interés, Brasil comenzó a desmontar la ofensiva comercial y diplomática en África.

Después de ganar espacio e influencia en el continente durante el gobierno del ex presidente Lula da Silva, que abrió 17 embajadas e hizo innumerables viajes a países africanos, el país está dando marcha atrás en su estrategia.

El presupuesto de los programas de cooperación cayó un 25% desde 2012 y varios proyectos están parados. La FGV tenía 60 proyectos en África hace tres años y ahora tiene solo dos.

La empresa brasileña Vale cerró sus actividades de exploración minera en tres países africanos y vendió su parte de las operaciones en Mozambique a la compañía Mitsui, a fines del año pasado.

Por su parte, Petrobras devolvió cinco bloques de exploración petrolera en los últimos dos años.

Las exportaciones brasileñas a África (que tuvieron su punto máximo en 2011, con un total de US$ 12.220 millones), cerraron en 2014 en US$ 9700 millones, lo que significa un retroceso del 20%.

En el mismo período, las exportaciones totales de Brasil cayeron un 12%.

El Pro-Savana, uno de los proyectos más emblemáticos, está en marcha pero avanzando de forma lenta.

La asociación entre Japón, Brasil y Mozambique busca desarrollar la agricultura de la región en el corredor de Nacala (norte del país), de características similares a las del cerrado brasileño.

Para eso, la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) montaría un laboratorio de suelos y Japón, otro. El laboratorio de los japoneses ya está listo.

El de la ciudad de Lichinga, que tendría un costo de US$ 1,5 millones e iba a ser financiado por Brasil, por medio de la Agencia Brasileña de Cooperación, está parado por falta de recursos, según lo averiguado por Folha.

El viernes (20), durante un almuerzo con embajadores africanos en Brasilia, el canciller brasileño Mauro Vieira dijo que el compromiso es "una política de Estado", pero admitió que existen dificultades.

Incluso la cooperación humanitaria se vio afectada. En 2012, las donaciones fueron de US$ 65,2 millones. En 2013, cayeron un 89%, a US$ 6,9 millones.

En 2014, fueron de US$ 11,9 millones, pero solo porque incluían US$ 9,6 millones de una donación extraordinaria para el combate contra el ébola (hubo un atraso en el desembolso de los recursos).

El retroceso va a contramano de la estrategia de "foco en África" de Lula y de su entonces canciller Celso Amorim, que servía también a la ambición de Brasil por mayor protagonismo global.

Traducido por NATALIA FABENI

Lea el artículo original

	Agência Vale/Divulgação
	Mina de carbón de la empresa brasileña Vale, en Mozambique, en funcionamiento desde julio de 2011