En la ONU, Brasil vota contra resolución de Derechos Humanos incompatible con su programa de austeridad

24/03/2017 - 11h54

Brasil votó contra una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que renovaba el mandato de las Naciones Unidas para controlar los impactos de las prácticas fiscales sobre los derechos humanos.

El argumento es que la medida era contraria a las reformas económicas del gobierno brasileño.

El voto supone un brusco cambio de posición, ya que Brasil tiene costumbre de votar a favor de las resoluciones del Consejo, lo máximo que alguna vez ha hecho ha sido abstenerse. Incluso ya había apoyado esta misma resolución cuando fue presentada en 2008, 2011 y 2014.

El documento del Consejo critica específicamente programas de austeridad fiscal como los que está poniendo en marcha Michel Temer en el país sudamericano.

"Programas de reforma estructural y condicionalidad limitan los gastos del gobierno, establecen límites de gastos y no dan la adecuada atención a la oferta de servicios sociales. Apenas algunos pocos países consiguen alcanzar una tasa de crecimiento más alta y sostenible con estos programas", se lee en el texto.

La presidencia de Brasil ya se había sentido molesta con la ONU en diciembre, cuando el ponente Philip Alston criticó la reforma constitucional que limita el gasto público durante los próximos 20 años y aseguró que es totalmente incompatible con las obligaciones del país en materia de derechos humanos.

Al explicar el voto contra la resolución, la representante de Brasil en la ONU, María Nazareth Azevedo, defendió extensamente las políticas de austeridad propuestas por la administración Temer y arremetió contra la gestión del Partido de los Trabajadores.

Según Azevedo, el texto aborda cuestiones cruciales de forma desequilibrada y parcial.

La embajadora se quejó de que Cuba, que propuso la resolución, no había incorporado sugerencias de Brasil.

A pesar de la oposición brasileña, la resolución fue aprobada con 31 puntos a favor y 16 en contra.

El voto brasileño significó también una ruptura con las naciones del sur geopolítico, que votaron en bloque a favor del texto.

Brasil se alineó con Estados Unidos y Reino Unido, cuyo representante afirmó que el Consejo de Derechos Humanos no es el lugar apropiado para discutir deuda externa.

"Fue una tentativa fracasada de Brasil de minar la capacidad de la ONU de controlar los efectos de reformas económicas sobre los derechos humanos", comentó Camila Asano, coordinadora de política externa de la ONG Conectas.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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