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Los brasileños que combaten contra Ucrania no piensan volver a casa
30/07/2018 - 14h28
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YAN BOECHAT
DONETSK
El brasileño Rafael Lusvarghi, que se encuentra en Ucrania desde el 2016, es el único extranjero detenido en Kiev acusado de terrorismo por luchar junto a los separatistas a lo que Rusia presta su apoyo.
Lusvarghi se alistó a la guerrilla pocos meses después de que comenzaran de los conflictos en 2014. Se convirtió en un combatiente conocido de las fuerzas que declararon la independencia del resto de Ucrania de las provincias de Lugansk y Donetsk, localizadas en la frontera con Rusia.
Entre 10 y 15 brasileños llegaron al país dispuestos a luchar contra el ejército ucraniano. Al menos dos se encuentran todavía en las provincias rebeldes. Algunos buscaban aventura o entrenamiento militar y otros acudieron creyendo que sería la última batalla de la Guerra Fría. Entre ellos, el estudiante de comunicación, exboxeador, policía militar y militante del partido de extrema izquierda que llevó a su hijo de 17 años a probar una vida basada en una guerra contra el imperialismo americano.
Rodolfo Cunha Cordeiro, de 30 años, exseguridad del municipio de Presidente Prudente (SP), llegó en 2014 a un batallón compuesto por personas de todos los rincones del mundo, la mayoría de ellas sin entrenamiento apropiado. "Luchaba junto a dos brasileños que fueron heridos", cuenta. Rodolfo admite que ni sabía dónde estaba situada Donetsk, ni entendía de qué se trataba la guerra.
"Yo voy al frente pero normalmente me quedo en la retaguardia", admite Rodolfo que dejó el Ejército tras romperse los ligamentos de la rodilla. Así como Lusvarghi, también es considerado un terrorista por el gobierno de Ucrania.
Folhapress | ||
Rodolfo Cunha Cordeiro o Rodolfo Magayver |
Actualmente, el combatiente es un ciudadano de la República Popular de Donetsk. Orgulloso, lleva consigo un pasaporte no reconocido por ningún país pero que le permite entrar y salir de Rusia. Camina por Donetsk luciendo diez medallas que le han sido otorgadas por sus servicios en el campo de batalla.
Rodolfo tiene poco contacto con otro brasileño, de 28 años, que también combate en Donetsk y que ha sido herido dos veces, camina con dificultad y prefiere no ser identificado. Al igual que su compatriota, pretende seguir en la provincia rebelde. Los dos se han criado en el seno de familias de clase media baja y aseguran que Brasil no les ofrece oportunidades.
Traducido por AZAHARA MARTÍN