La victoria judicial de un inmigrante brasileño sienta un precedente contra las deportaciones en EEUU

17/08/2018 - 13h02

El trabajador Wescley Pereira, de 37 años, no tiene ningúninterés en hablar con la prensa. Después de cinco años de batalla legal en Estados Unidos para evitar la deportación, el minero que vive en la isla de Martha's Vineyard (Massachusetts) prefiere seguir su vida anónima junto a sus dos hijas estadounidenses y su esposa brasileña.

No obstante, la decisión de la Corte Suprema estadounidense, gracias al caso de Pereira, puede haber sentado el precedente más importante de los últimos años para miles de inmigrantes que buscan la ciudadanía estadounidense, al mismo tiempo que amenaza con sumir al sistema judicial estadounidense en el caos.

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Por 8 votos a 1, los jueces de la máxima instancia de EEUU decidieron a finales de junio que el gobierno estadounidense no puede enviar notificaciones para inmigrantes sobre la audiencia de deportación sin informar día y lugar del encuentro, como ocurrió con el brasileño.

Entre otros efectos, esta comunicación puede detener la cuenta del tiempo que un inmigrante ilegal lleva en Estados Unidos.

Tras diez años en el país, sería posible solicitar la llamada cancelación de retirada, mediante el cumplimiento de otras condiciones como el pago de impuestos y la demanda de la ciudadanía.

En el caso de Pereira, llevaba seis años en Estados Unidos cuando la notificación fue emitida sin que constara la fecha o el lugar - la información fue enviada casi 18 meses después y el caso sólo llegó a la Justicia en marzo de 2013.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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