Edición Frankenstein

19/11/2013 - 14h47

Quien tome un ejemplar del sábado de Folha comenzará a dudar de que el periodismo impreso esté en crisis. Son secciones que no acaban nunca, suplementos extra, reportajes especiales, que deberían ser un deleite para el lector, pero han provocado muchas quejas.

"Es irritante tener que organizar los suplementos 1,2 y 3 de cada tema, todas con publicidades enormes. No quiero que me obliguen a hojear todo el diario para encontrar lo que me interesa", dijo José Luiz Dias, de 62 años, gerente de ventas en São Paulo.

De hecho, los suplementos llegan fuera de orden. "Política 2" aparece después de "Deporte", "Ciudad y Sociedad 2" está a leguas de distancia de "Ciudad y Sociedad 1" y debería recibir alguna recompensa quien consiga encontrar el suplemento para niños "Folhinha".

El orden de los suplementos tiene relación con los horarios de cierre. No hay capacidad para que la máquina impresora imprima todo el diario por la noche. El suplemento de "Cultura", entre otros, es impreso en el comienzo de la tarde y es por eso que, si un artista muere a las 16, su obituario sale en "Ciudad y Sociedad" o "Mundo".

El cuerpo principal del diario, "Economía", "Ciudad y Sociedad" y "Deporte" son los productos "calientes", que cierran a las 21 (para la edición nacional) y a medianoche (para São Paulo), en ellos es posible cambiar noticias hasta la madrugada. Solo que hay un límite de páginas para la última impresión y cuando el volumen de publicidad es grande, se crean las "versiones 2" de las secciones, que son impresos a las 19.

El montaje de los ejemplares es manual: "Economía 2", "Ciudad y Sociedad 2", "Mundo 2", impresos en conjunto, forman un bloque. Colocar cada uno en la secuencia ideal, o sea, después de "Economía 1", "Ciudad y Sociedad 1" y "Mundo 1", respectivamente, atrasaría demasiado la entrega del diario.

Más allá de dificultar la lectura, la división artificial de temas propicia errores de edición. Temas correlativos, que deberían aparecen en la misma página, van a suplementos diferentes. Sucede también que asuntos menores son estirados para llenar las páginas que cierran temprano, mientras las noticias más importantes son subestimadas.

Para el lector, queda todavía la dificultad de encontrar los textos en un mar de publicidades. Contando solo los anuncios de página entera había, el 26 de octubre, 82 páginas de publicidades de un total de 154 (53% sin contar la "Guía de Libros").

En el cuerpo principal del diario, definido por un lector como "el alma del periódico", había 17 publicidades enteras en solo 24 páginas.

"La cantidad de publicidad es abusiva, lo que desmerece al diario. Parece que están más preocupados por lo financiero que por el lector. Falta sentido común", criticó el médico Hélio Teixeira, de 69 años, que recibe Folha en Uberlandia (MG).

Helio, como otros lectores, sugiere que se concentre la publicidad de inmuebles y vehículos en el suplemento de "Clasificados", pero la realidad es que los anunciantes buscan las mejores ubicaciones y ellos creen que esos lugares están en el cuerpo principal del diario.

La edición del sábado pasado era más chica por el feriado, pero la del anterior era un buen ejemplo de "diario Frankenstein" que, gigantesco y mal terminado, puede transformarse en un problema para su creador.

Las notas de economía estaban en tres partes diferentes del diario. Pese a que uno de los suplementos estaba dedicado a China, la noticia de que las exportaciones del país estaban recuperándose quedó en otro lugar. Una foto enorme, de una ciclista solitaria en Guangzhou, ilustraba el texto, aunque la venta de bicicletas no fue citada en la nota.

"Mundo 2" tenía grandes reportajes sobre temas irrelevantes, como fabricantes de maniquíes en Venezuela que están invirtiendo en versiones más curvilíneas, los problemas de los criadores de caballos en Fukushima y la Fuerza Aérea de Perú reactivando investigaciones sobre ovnis.

"Política 2" hizo una investigación sobre el programa Luz para Todos, repitiendo, prácticamente, todo lo que ya había sido publicado en marzo pasado.

Es ingenuo imaginar que un diario va a rechazar publicidad en un momento en el que el futuro del impreso es tan sombrío. Pero es necesario discutir algunos límites y, al mismo tiempo, invertir en la Redacción, a fin de darle aliento para mejorar la cualidad de los "monstruitos" producidos los sábados.

Traducido por NATALIA FABENI

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