Zelotes y Levy

06/04/2015 - 15h57

Hay un nuevo escándalo en el aire, y, en caso de que se confirme la evaluación de los investigadores, despunta con la marca de un campeón. Se trata de la Operación Zelotes, que, según la Policía Federal, ya provocó pérdidas de al menos US$ 6 mil millones, pudiendo llegar a US$ 19 mil millones. En términos monetarios, su magnitud puede dejar atrás al botín de la operación Lavado de Autos, que a su vez, ya había sobrepasado los valores malversados del "mensalão". Así y todo, con esas prometedoras credenciales, el asunto no ha recibido por parte de Folha el mismo destaque dado a sus predecesores.

Desbaratada por la Policía Federal el último día 26, Zelotes investiga un esquema de evasión de impuestos incrustado en la Receita Federal, organismo de recaudación Federal de Brasil. Aliados a cuadrillas, integrantes del consejo responsable por la evaluación de los recursos de los contribuyentes multados por el fisco cobraban sobornos para reducir o anular multas millonarias. En la lista de casos investigados hay bancos, constructoras, fábricas de automóviles y grupos empresariales de peso, incluyendo uno de comunicación del sur del Brasil.

Recién este último jueves (2), una semana después de su inicio, la operación llegó a las primeras planas de este diario. ("Un mensaje liga a un lobista con el caso de fraude en la Receita"). Un día después de ser desbaratada (27), la Zelotes fue el título principal de los competidores, mientras que en Folha solo obtuvo un título modesto. El tema desapareció de tapa por tres días y volvió más chico el martes (31) y el miércoles (1). La revelación más importante hasta ahora, la lista de las grandes empresas investigadas, fue por parte de los contendientes.

Por más que sea de enormes sumas de dinero, un esquema de evasión fiscal como este puede no tener la cobertura mediática explosiva del escándalo del Lavado de Autos, que salpica partidos y políticos de primera línea de la República. Es un error, de todas maneras, menospreciar su importancia. Uno de los aspectos más celebrados del caso Petrobras es que la investigación está alcanzando a corruptos y corruptores (aunque sea difícil saber quien es quien en este juego). El castigo a quien paga un soborno para obtener ventajas no es solo una cuestión de justicia, es una aspiración de cualquier sociedad que pretenda ser desarrollada.

ASÍ HABLO LEVY (NUEVAMENTE)

La nota del domingo pasado (29) -"Dilma es genuina, pero no siempre efectiva, dice Levy"- despertó la ira de algunos lectores. El título fue obtenido en un encuentro del ministro de Hacienda con exalumnos de la Universidad de Chicago. La frase entera: "Creo que hay un deseo genuino de la Presidenta para arreglar las cosas, a veces no de la manera más fácil... No de la manera más efectiva, pero hay un deseo genuino".

Se puede comenzar argumentando que el enunciado no fue exactamente fiel a los dichos: decir que Dilma tiene "deseo genuino por arreglar las cosas" es diferente de declarar que ella es propiamente genuina, aunque creo que esto es una cuestión menor. Los títulos son sujetos a reglas y límites estrechos, y a veces, en la búsqueda de encontrar una idea, se toma alguna libertad con el enunciado. En este caso, llamar a Dilma de genuina no llega a ser un problema.

Lo que los lectores (y la ombudsman) objetan es el mérito de transformar en título una frase como esa. Una más, de hecho. Informal, locuaz y poco habituado al alto perfil, Levy comete deslices frecuentes, pero su última declaración no tenía nada nuevo o grave, como apuntó la lectora Marina Freitas: "Con el país hirviendo, ¿no había nada más relevante? ¿Cuál es la novedad en lo que comentó el ministro? No hay ninguna duda de que él entró para hacer un ajuste y cree que hay algunas medidas de la Presidenta que no fueron efectivas. Otro lector, Carlos Dranger, hizo llegar su incomodidad que también comparto: "Siento náuseas cuando veo una nota con la expresión "dice". ¿Nos convertimos en un diario de chismes? ¿Es falta de temas?

Con frecuencia es eso mismo, falta de material mejor. Sin otra opción de calidad, cualquier estupidez dicha por una figura pública puede lograr una dimensión inmerecida en los diarios.
Es obligatorio seguir los pasos de los ministros de Hacienda, porque lo que dicen tiene impacto en la economía. Pero buscar antagonismo en todo lo que dice Levy se convirtió en un lugar común. Sería bueno tener eso em consideración, para no mostrar la imagen descrita por otro lector, Wilson de Souza: "Para mí, parecen tonterías y chismes".

Traducido por ESTEBAN NIETO

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