¿Una noticia buena es mejor que una mala?

13/03/2017 - 15h43

"Una mala noticia es una noticia buena" es una de aquellas máximas repetidas hasta la saciedad en el medio periodístico para justificar el dominio de noticias negativas en la prensa y en los medios en general.

Abundan en las primeras páginas casos de corrupción, escándalos, desempleo, crímenes, violencia, desastres y terrorismo.

¿Los medios dan preferencia a las noticias negativas o responden a los intereses de la audiencia? Una pregunta difícil.

Dos estudios que perecen contradictorios, pero no lo son, dimensionan la dificultad que los periodistas encuentran a la hora de satisfacer al lector.

Un estudio del Pew Research Center reunió 165 análisis nacionales sobre las diferencias por noticias en los últimos 20 años en los Estados Unidos.

Relatos de guerra y reportajes sobre terrorismo están en lo más alto de la lista de intereses desde 1986, año en el que el estudio comenzó.

Cada vez más frecuentemente, historias sobre desastres naturales causados por hombres perdieron interés en este periodo.

Noticias relacionadas con dinero fueron las que se tornaron las más atractivas con el tiempo.

El segundo es un estudio que demostró que lectores comparten más noticias positivas que noticias negativas.

El estudio dirigido por el psicólogo Jonah Berger, autor del libro Contagiuos mostró que historias que despiertan emociones especialmente positivas era más propensas a ser compartidas por los lectores.

Periódico cuya visión crítica es marca registrada, que muchos lectores confunden con una línea editorial rancia, Folha siempre se mantuvo atenta a la necesidad de valorar noticias positivas.

El 14 de julio de 1991, el periódico lanzó la sección Buena Noticia, que permaneció en la primera página hasta el 19 de enero de 2006.

El 14 de junio de 2010, la sección volvió a ser publicada por un periodo más corto, siendo de nuevo interrumpida.

A principios de este año, el periódico rebautizó la sección y la llamó Días Mejores, que tiene como objetivo ofrecer información positiva e inspiradora.

El editor ejecutivo de Folha, Sergio Dávila, dijo que la demanda del lector por buenas noticias es fuerte.

El periodismo también consiste en ofrecer con exactitud y profundidad las noticias que indican progreso, mejora y superación.

El menú de 40 reportajes incluyó textos sobre temáticas sociales, estudios de salud, proyectos comunitarios, iniciativa solidarias y relatos de superación personal relacionados con pobreza, educación y salud.

El primer reportaje describía un programa en Portugal que enseña a personas mayores de edad avanzada a hacer graffitis.

El lector Gabriel de Oliveira Santos comentó que es una modalidad polémica de arte, que interfiere en la propiedad de terceros y se impone autoritariamente sobre los otros sin consulta, por eso no está siendo bien vista por gran parte de la población.

La reacción explica como no es fácil elegir lo que es un buen ejemplo. Y este es apenas uno de los desafíos.

Es necesario tener coraje y método al hacer la elección. Creo que la iniciativa es muy válida pero molesta que la solución encontrada para esa demanda de los lectores parezca una experiencia recalentada en vez de innovadora.

Existen en Brasil y en el exterior sites y periódicos que publican apenas noticias positivas. El mundo cambió, elector cambió, y el periodismo tiene que cambiar. ¿Repetir esas fórmulas del pasado, apenas con nuevas apariencias funciona?

Sirve para obligar al periódico a publicar noticias buenas, pero no cambió la forma de hacer pensar del periódico.

Reportajes positivos deben salir de su nicho y pasar a ser discutidos junto a la investigación que hará caer a un ministro. Políticas públicas de éxito, por ejemplo, son casi siempre ignoradas por el periódico. En general, porque son más difíciles de evaluar técnica y desapasionadamente.

Son, no obstante, más importante en términos de penetración social y relevancia histórica que temas puntuales de superación, que también merecen ser editados con destaque.

Folha no abandonará jamás su vocación principal: investigar y fiscalizar los poderes establecidos, lo que ya hace con excelencia.

No puede sin embargo, ser tomada por el espíritu de fracasomaniacos, como se quejó un expresidente.

Necesita ambición de alcanzar una nueva manera de presentar noticias inspiradoras que también sean relevantes. Esta preocupación se debe reflejar en las pautas del periódico, la ejecución precisa del reportaje y la edición atractiva del tema. Noticia es noticia sea buena o no. Independientemente de días mejores.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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