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Editorial: Poca inspiración
20/12/2013 - 11h33
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Bajos índices de crecimiento, desequilibrio creciente en las cuentas externas, dificutades en el combate a la inflación y en el control de los gastos públicos, intentos recurrentes de maquillar los datos oficiales.
Criticas de este tipo, verbalizadas por el senador y precandidato presidencial Aécio Neves (PSDB-MG) contra la gestión de la presidenta Dilma Rousseff (PT) son, por cierto, pertinentes y no difieren de aquello que viene siendo afirmado por una significativa mayoría de economistas y empresarios.
Esas palabras corresponden a uno de los momentos más incisivos del discurso con el que el ex gobernador de Minas Gerais lanzó los "12 puntos" sobre los que pretende basar un futuro programa de gobierno.
Al centrarse en la economía, el aspecto más nítido de las críticas de Aécio parece dirigido a los que siguen de cerca las dudas del ministro Guido Mantega (Hacienda) que hacia amplias porciones del electorado.
Desde el punto de vista político, el discurso del presidenciable tucano carece de límites demarcados y de simbología para su impacto.
Sería prematuro exigir propuestas pormenorizadas a esta altura de la carrera presidencial. El tono genérico de las afirmaciones, en efecto, no sería un pecado mayor si no pareciera, sobre todo, trivial.
Estado eficiente, mejor gestión en el sector de la salud, compromiso con la ética, educación de calidad, ningún actor del escenario político brasileño dejaría de enumerar items de ese tipo en su agenda de prioridades.
De un candidato de la oposición, no obstante, podría esperarse algo más que simplemente apuntar que su partido es capaz de emprender "con más eficiencia" o "mejor" los objetivos que hoy también se comparten, pero sin concretizarse de forma satisfactoria.
En algunos aspectos, el mensaje de Aécio avanzan en el sentido de diferenciarse del statu quo dilmista. Parece dispuesto, por ejemplo, a defender con énfasis el legado del gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), algo que José Serra y Geraldo Alckmin siempre dudan en hacer.
Pero es poco, especialmente, para un precandidato que habla de "cambiar de verdad a Brasil".
Durante las manifestaciones de junio, parecía que buena parte de la población estaba lista para acoger cambios varios y profundos en la administración y en el sistema político del país, el campo de propuestas innovadoras se mostró abierto como en pocas ocasiones.
El debate, sin embargo, se cerró. A pesar de sus puntos pertinentes, la postulación de Aécio Neves no demostró, por ahora, tener suficiente inspiración para revigorarlo.
Traducido por NATALIA FABENI
Pedro Ladeira/Folhapress | ||
Aécio Neves (PSDB-MG), ex gobernador de Minas Gerais, senador y precandidato presidencial |