Opinión: El pozo y sus dragones

23/04/2015 - 14h49

Feriado en Río. Día de oraciones y promesas. San Jorge es el santo de devoción de gran parte de la ciudad. Para Petrobras, un día adecuado para un nuevo comienzo.

Los números de 2014 son feos como un dragón: U$S 7100 millones de pérdidas (en 2013 hubo una ganancia de U$S 7600 millones), siendo que 2000 millones se considera que son pérdida producto de la corrupción.

Este es solo el primer paso de un largo camino. El Consejo será modificado, la deuda de U$S 100 mil millones deberá ser recalculada, y la revisión del plan de inversiones es fundamental para que la empresa se reestablezca. Junto a ella, Río de Janeiro y Brasil.

La economía fluminense fue una de las más afectadas por la suspensión de contratos y la paralización de obras provocadas por la crisis de Petrobras y la Operación Lavado de Autos.

El sector petrolero y de gas representa cerca del 30% de la actividad económica estadual. Se estimaba que de ahí vendrían cerca de un 60% de las inversiones previstas entre 2014 y 2016.

Ganancias con las regalías del petróleo -que representan un 10% del total de Río-, están en caída. Considerando el primer trimestre, fueron U$S 731 millones en 2013, U$S 531 millones en 2014 y U$S 498 millones en 2015.

Si aún no es devoto, tal vez el nuevo presidente de Petrobras, Aldemir Bendine, debería pasar este 23 de abril en la Iglesia de Quintino para pedir protección y ayuda a San Jorge para enfrentar sus dragones (caida del precio del barril, corrupción, inflación, deudas, despidos). Para levantar rápidamente a Petrobras, se necesita un milagro.

Traducido por ESTEBAN NIETO

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