La "favela del crack" vuelve a instalarse en el centro de São Paulo

28/08/2015 - 15h03

Un símbolo del tráfico de drogas en el centro de São Paulo, las carpas de plástico volvieron a surgir en "cracolandia".

El regreso de ese paisaje conocido sucede menos de cuatro meses después de la última operación conjunta entre las gestiones del alcalde de São Paulo, Fernando Haddad (PT), y el gobernador del estado de São Paulo, Geraldo Alckmin (PSDB), para retirar las carpas.

Es allí donde, de acuerdo con los agentes municipales, traficantes y adictos se encontraban para comercializar las piedras de crack. Ese conjunto de carpas fue conocido como "pequeña favela" ("favelinha").

Esta vez, además de los plásticos negros, se incorporaron al paisaje sombrillas; ahí es donde tiene lugar la venta y el consumo de crack.

La nueva "favelinha" está instalada a una cuadra del lugar donde funcionaba el antiguo asentamiento.

Desde el 7 de agosto hasta la actualidad, la ocupación viene creciendo, según lo que Folha pudo comprobar en diferentes visitas al lugar.

Folha vio autos de la Guardia Civil Metropolitana alrededor del "flujo", como es conocida la aglomeración de personas para comprar y vender crack en esa región.

La Policía Militar (PM) permanece en bases fijas que están más alejadas y hacen rondas esporádicas, a diferencia de lo que sucedía en la época de la operación, cuando la PM mantenía sus patrulleros por toda la región.

La alcaldía había removido la favela a fines de abril. Estaba ubicada en un terreno, frente a uno de los puntos turísticos de la ciudad, la estación de tren Júlio Prestes.

Allí, tres veces por día, la alcaldía hacía una limpieza. Las carpas eran retiradas y vueltas a colocar después de finalizada esa acción, una práctica que volvió a repetirse en la nueva localización de la "favelinha".

La acción fue planeada durante meses, después de que la Secretaría de Seguridad Urbana constató que el tráfico de drogas sucedía dentro de las carpas

Dos días después de la acción, la aglomeración de adictos migró hacía la otra cuadra, que no tenía carpas.

En esa época, la administración municipal celebró los resultados. Dijo que el flujo de compradores y vendedores había disminuido, ya que los adictos dejaron la región o adhirieron al programa que ofrece vivienda en hoteles en "cracolandia" y R$ 15 (US$ 4) por día de trabajo para incentivar al adicto a dejar el crack.

Tanto el gobierno del estado como la alcaldía dicen que mantienen las acciones que tienen como finalidad detener a los traficantes de la región y disminuir el uso de drogas.

Traducido por NATALIA FABENI

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