Antes de su apertura, grupos reaccionan contra la "Escuela de Princesas" de São Paulo

17/11/2016 - 16h26

Cuando se abran las puertas del salón de color rosa y dorado y se les dé la bienvenida a las primeras alumnas, en diciembre, la filial de São Paulo de la franquicia "Escuela de Princesas" tendrá un proyecto antagonista en la misma ciudad: talleres de "desprincesamiento".

Creada por la psicopedagoga Natália de Mesquita, en Minas Gerais, la "Escuela de Princesas" generó controversias entre educadores y feministas al anunciar que pretende formar "princesas modernas del mundo real" a partir de clases de etiqueta social, maquillaje, cocina y organización, además de nociones de autoestima y orientaciones para "el paso más importante en la vida de una mujer": el casamiento.

Por otra parte, los talles de "desprincesamiento" van a replicar el modelo creado en Chile por un grupo de sociólogos y pedagogos, para "liberar a las niñas de concepciones femeninas que las limiten", los llamados estereotipos de género, que "alimentan desigualdades profundas" entre hombres y mujeres.

"Estamos indignadas que, en 2016, exista una propuesta de educación para niñas que no es emancipadora porque no se les da la libertad para que elijan sus papeles y donde el gran objetivo de la vida de la mujer es el matrimonio", dice Larissa Gandolfo, pedagoga y profesora de filosofía y una de las responsables por el "desprincesamiento".

Por su parte, la psicopedagoga Natália de Mesquita defiende su método, que habría surgido en un sueño.

"Las críticas vienen de aquellos que no conocen el trabajo de forma completa. No es un retroceso. Nosotros decimos que las niñas son princesas emprendedoras. La mujer no precisa renunciar a ser madre, tener una relación, o cuidar de la casa debido a su carrera. La mujer puede tener éxito en todas las áreas".

Traducido por NATALIA FABENI

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