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Las acciones de mejora de los parques de São Paulo están congeladas desde hace cinco años
23/07/2018 - 15h33
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GUILHERME SETO
DE SÃO PAULO
El Ayuntamiento de São Paulo planeaba invertir más de R$ 251 millones (US$ 66,5 millones) en la reforma y adecuación de 106 parques municipales entre 2014 y 2017.
Sin embargo, el Consitorio gastó solamente R$ 6,8 millones (US$ 1,8 millones)-2,7% de lo previsto en el Plan Plurianual, en el que se recogen la orientación y las prioridades de las gestiones.
A modo de comparación, con este volumen de inversión, que se ha hecho a lo largo de cuatro años, tres bajo responsabilidad de Fernando Haddad (PT) y uno, de João Doria (PSDB), solo daría para construir una guardería. En otras palabras, con esta cuantía, ni siquiera se puede pagar un día de subsidios de la tarifa de autobuses.
foto Gabriel Cabral/Folhapress | ||
Parque da Luz |
Y es que en la práctica, se produjo una congelación de las acciones de mejora de los parques paulistanos. A finales de 2018, con Bruno Covas (PSDB) en el Consistorio, incluso con la ampliación de gastos, se cumplirán cinco años de tímidas inversiones en el sector de áreas verdes, cuyo futuro es incierto al no existir una definición en el plan sobre la posibilidad de privatizar la gestión de los parques.
De acuerdo con lo prometido por Doria, a partir de 2017, los ciudadanos empezarían a sentir la gestión privada de estas áreas públicas. No obstante, el plan tardó en ponerse en marcha y la gestión del Parque Ibirapuera, la joya de la corona del exalcalde, podría quedarse en el seno de la administración pública por deseo del gobernador Márcio França (PSB).
Ante la incertidumbre reinante, los parques siguen sin recibir inversiones públicas, mientras que la expectativa de que sean reformados por el sector privado es cada día más distante y el abandono hace mella en paseos, lagos y edificios que se mantienen en condiciones precarias.
En los lugares más alejados del centro de la urbe, los problemas son todavía más visibles, pero los parques más conocidos también sufren la falta de inversión. El citado Ibirapuera, el parque más frecuentado de la ciudad, con más de 14 millones de visitantes al año, no cuenta con lugares suficientes para que sus usuarios puedan sentarse o reunirse, como bancos y mesas. Los pocos asientos que hay están rotos o no siguen el modelo estándar. Asimismo, algunas partes del parque presentan falta de vegetación y edificaciones abandonadas, como la antigua sede, situada en la plaza del León, que tiene parte del techo destruido.
Traducido por AZAHARA MARTÍN