Cinco paseos que la presidenta Dilma debería haber hecho en Alagoas

27/02/2014 - 11h58

En su paso por la capital de Alagoas, la semana pasada, la presidenta Dilma Rousseff se perdió de aprovechar el sol, el mar y las playas de Maceio. "La próxima vez que vuelva por aquí, no olvide de traer su traje de baño", le aconsejó el gobernador del estado, Teotonio Vilela Filho (PSDB), a la mandataria.

Es que, la tierra del escritor Graciliano Ramos, merece sin dudas un paseo, del estilo de lo que Dilma hace en Bahía, durante el Año Nuevo.

En Maceio, la presidenta tiene variedad de playas para elegir: podría decidirse por Pajuçara o Jatiúca. Solamente tiene que prestar atención, porque esas playas no son apropiadas para nadar en algunas épocas.

Si eso sucede, Dilma podrá hacer lo que la mayoría de los turistas hacen: un paseo de ida y vuelta para conocer atracciones vecinas, ya que las distancias son muy cortas.

Ah! Y si en la próxima visita la presidenta se olvida otra vez de su traje de baño, puede optar por caminar por el Passeio Stella Maris, punto de reunión de las mujeres de Maceio.

A continuación, algunas recomendaciones para disfrutar de lo mejor de Alagoas:

Alagoas

El color del mar

El Nordeste brasileño es la región que contempla la mayor diversidad entre las playas, pero nadie puede negar que el color del mar, entre verde claro, verde esmeralda y azul, no tiene igual. Es perfecto para practicar snorkel en sus piscinas naturales. La diversidad es nítida entre las playas que cubren 230 kilómetros de costa, entre Sergipe, al Sur, y Pernambuco, al Norte.

De un lado a otro, el paisaje es diferente. Con los movimientos de la marea, las playas van ganando "formas".

Carro Quebrado

Conocer uno de los paisajes más hermosos y menos conocidos de Alagoas puede dar algo de trabajo. La playa Carro Quebrado queda en la Barra de San Antonio, una colonia de pescadores a cerca de 40 kilómetros de Maceio, lugar al que sólo se llega después de un viaje en balsa, un camino por una ruta de tierra y otro viaje para cruzar la laguna bordeando un manglar hasta llegar a un banco de arena con características de oasis.

Es una aventura no apta para perezosos. El mirador sobre los acantilados, que ofrece una visión de las playas Ilha da Croa y de Carro Quebrado, compensa cualquier "sacrificio" al sol.

Foz do São Francisco

Si no tiene auto, no se preocupe: las agencias buscan a los turistas de los hoteles de Maceio y los llevan hasta Piaçabuçu, a cerca de 150 km de la capital. Aproveche también para conocer Penedo, fundada en el siglo XVI, a la vera del río, el primer pueblo de Alagoas.

Es justamente ahí, en donde las embarcaciones parten hacia Foz, en donde, caminatas y sumergirse en las piscinas naturales coronan el paseo.

S. Miguel dos Milagres

Es la playa de moda en Alagoas, uno de los reductos de posadas más relajadas de todo el Nordeste, que ofrecen un abanico gastronómico de primera calidad y diversificado.

En ese pequeño pueblo de pescadores, el visitante va a poder disfrutar de una playa diferente en cada lugar. Agua clara, de un verde maravilloso, y muy calma. Durante la marea baja, es posible caminar mar adentro por kilómetros, con el agua llegando a los pies.

Praia do Patacho

Patacho es una de las playas más lindas de la costa de Alagoas, con sus coqueros, arena blanda y un mar de color verde (a veces azul-turquesa). Y, lo que es mejor, casi siempre es ignorada por las multitudes de turistas. Patacho y Laje, en el municipio de Porto de Pedras, forman una dupla de playas dentro de la Ruta Ecológica, al Norte del estado.

Todo lo que hay allí es maravilloso: mar, agua de coco, cerveza, mariscos, pescados y mar otra vez. En ambas playas, además, hay opciones de hospedaje muy buenas.

Traducido por NATALIA FABENI

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