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Inspirado en el camino de Santiago, el trayecto entre São Paulo y Minas atrae a 3000 personas por año
26/12/2014 - 08h00
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ISABELA PALHARES
ENVIADA ESPECIAL A INCONFIDENTES (MINAS GERAIS)
Los pies se llenaron de ampollas, los hombros ardían y las rodillas y tobillos dolían tras 11 días de caminata por 313 kilómetros.
Aún así, Agatha y Pedro Liduario hicieron una nueva promesa de que volverían a hacer el Camino de la Fe.
Inspirado en el camino de Santiago de Compostela, en España, el Camino de la Fe se hizo oficial hace 11 años.
Con 948 kilómetros de extensión -teniendo en cuenta sus diferentes bifurcaciones- pasa por 36 ciudades de São Paulo y Minas Gerais, hasta llegar a Aparecida, en São Paulo.
Agatha y Pedro son dos de los 3000 peregrinos por año que hacen esta ruta, incluyendo ciclistas.
La duración del camino depende del ritmo del peregrino -entre 15 y 20 días a pie, o entre 7 y 10 días en bicicleta-.
El camino transcurre en su mayor parte por la Sierra de la Mantiqueira, por caminos de tierra que cortan las zonas rurales de los municipios.
Los habitantes de los cortijos y granjas de estos caminos acogen e incentivan a los peregrinos.
"Piden un vaso de agua, una fruta o entrar al baño. Siempre los ayudamos, solo les pido a cambio que recen por mi hijo [que es deficiente]", afirmó José Roberto Ferreira, 52 años, dueño de un cortijo en la zona rural de Borda da Mata.
Por el camino, lo que no faltan son capillas y santuarios para rezar, algunos con importancia histórica y arquitectónica, como la capilla de São Benedito, en Cravinhos, y las iglesias matrices de las ciudades mineras de Ouro Fino e Borda da Mata.