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Publicado en 11/04/2016

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Bananal: donde la naturaleza se encuentra con la historia en el interior de Sao Paulo

02/03/2017 - 13h40

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JÚLIA ZAREMBA
DE SÃO PAULO

Bananal es un atractivo tanto para los amantes de la historia como para los aficionados al turismo de naturaleza. A 326 km y cinco peajes de la capital paulista, la localidad es conocida por sus grandes casas del siglo XVIII de la floreciente época de la producción del café y por bellezas naturales como cascadas y vastas áreas de Mata Atlántica.

La historia de Bananal comienza en 1783. Primero, fue una villa, después un poblado y en 1849 se convirtió en municipio.

Hoy, es una de las 70 estancias turísticas del Estado. Creció y prosperó en el periodo más floreciente del cultivo de café del cual sólo se conservan palacetes y fincas imponentes que fueron transformadas en museos y hoteles.

El recorrido histórico pasa por cinco fincas: Boa Vista, Três Barras, Loanda, Resgate y dos Coqueiros. Las dos primeras también son hoteles que lucen una arquitectura colonial, muebles de estilo barroco y rococó, y objetos de porcelana.

Algunas propiedades guardan resquicios de la esclavitud como los cobertizos donde dormían los esclavos.

Para visitar las fincas hay que pagar una entrada que varía entre R$ 10 (US$ 3,22) y R$ 17 (US$ 5,50).

La finca Boavista es la mayor de todas. Construida en 1780 fue la mayor productora de café de la región en el siglo XIX. En 1972, se transformó en hotel. El palacete azul y blanco y la alameda de palmeras de la entrada sirvieron como escenario de telenovelas de época.

La Resgate, protegida por el Iphan (instituto que de conservación de edificaciones históricas), perteneció a uno de los hombres más ricos del país de la época imperial, Manoel de Aguilar Vallim. Lo más destacable de esta finca es la capilla que alberga con pinturas y detalles en madera y oro.

A pesar de que las fincas están próximas una de las otras, el recorrido entre ellas tiene que hacerse en coche.

Vale la pena, hacer una parada en la finca Resgatinho, una de las destiladoras más conocidas de la región.

El tour continúa por el centro histórico con calles de adoquines y fachadas de construcciones preservadas del siglo XIX.

Los visitantes también pueden conocer la antigua estación ferroviaria que hoy pertenece a Correos. Edificada en 1989, fue importada de Bélgica. Aunque se conserva bien, la locomotora que está a la entrada, en realidad, nunca pasó por aquellas vías. La máquina fue donada por el Gobierno de São Paulo hace algunos años.

Después del tour histórico, es hora de conocer alguna de las bellezas que reservan los parajes naturales de la zona. En el Recanto da Cachoeira, que es hoy una propiedad particular, hay una cascada que acaba en una agradable piscina natural. La entrada cuesta R$ 10 (US$ 3,22) y el horario de funcionamiento es de 9h a 18h.

Ya la Estación Ecológica de Bananal, a 1.113 metros de altitud, cuenta con dos cascadas de agua y, según Tatiane Sousa, administradora de la estación, la propuesta de la unidad es cuidar de la flora y fauna de la Sierra de la Bocaina y promover estudios y educación ambiental.

La única pega es que el camino es tortuoso: es necesario seguir la carretera Sebastiao Denis de Moraes 15 km y desde allí recorrer 10 km más por una carreterita de piedras por la mata atlántica.

Las cascadas están a 200 metros de la Estación y las visitas gratuitas necesitan ser concertadas con antelación.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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