Una apartada aldea de pescadores en Paraná atrae a turistas aventureros

27/03/2017 - 15h12

Un viaje de dos horas en barco, con salida desde Paranaguá, basta para que la isla de Superagui en la costa de Paraná, sea una región practicamente incomunicada.

Aún no siendo una zona concurrida, aldeanos de un pueblo pesquero de 700 habitantes construyeron sus casas en la isla en lugares de más difícil acceso todavía, rodeados por un parque de 33.800 hectáreas de vegetación nativa.

El aislamiento, sin embargo, actualmente está provocando el efecto contrario, y son cada vez más los turistas aventureros que movidos por la curiosidad desean conocer cómo viven los habitantes de este pueblo, cuya subsistencia depende de la pesca.

El parque nacional en Superagui está protegido por la UNESCO y por el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad.

Es el hogar de al menos ocho especies en peligro de extinción como el tití león de cara negra y el puma pardo.

A 12 km del pueblo principal, se localiza la casa de Rose Santos, de 80 años, que alquila desde hace poco tiempo un terreno de su propiedad a un camping cercano.

Para llegar allí, es necesario pedalear durante una hora y media o caminar durante tres horas por una playa desierta.

Tras el recorrido hay que cruzar un puente móvil y caminar 1 km hacia el bosque. Rosa recibe visitas todos los días y ofrece agua fresca de un pozo subterráneo.

En Superagui, los albergues cobran alrededor de R $ 60 (US$ 20). En el camping, el valor varía entre R $ 15 (US$ 5) y R $ 25 (US$ 8) por persona.

La dieta básica del lugar incluye pescado y camarones y sule costar R$ 35 (US$ 11).

La dosis de aguardiente tradicional de la región cuesta R $ 4 (US$ 1,25).

	Amanda Audi
	Superagui,PR,Brasil

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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