De la floresta a las fiestas de la Chapada Diamantina

10/05/2018 - 13h51

En el interior de Bahía, la Chapada Diamantina ostenta una belleza escénica y se considera la cuna de las aguas del Estado. En un área mayor que Suiza, nacientes y ríos abastecen a decenas de municipios, en medio de valles, cañones, cascadas y montañas esculpidas hace miles de millones de años por el agua y el viento.

Hay espacio tanto para la diversión como para la contemplación, con senderos y lugares perfectos para, por supuesto, un buceo en aguas de color cobre.

Además de la naturaleza, los eventos culturales de calidad han atraído a turistas a la región.

	Eugenio Junior/Divulgação
	Pantanal de Marimbus, en Andaraí (BA)

Eventos como el Festival de Jazz de Capão, el Encuentro de Blues, el Festival de Chorinho y el Festival de Forró, en Mucugê, el Festival de Igatu, el Festival de la Chapada, en Lençóis, y varias fiestas santas y tradicionales garantizan la diversidad cultural.

Y con ello también queda garantizada la alta tasa de ocupación hotelera, y, últimamente, de casas de vecinos que comenzaron a alquilarlas a visitantes durante los períodos en los que se celebran los grandes eventos.

	Ronaldo Melo / Fotolia
	Pozo Azul, en la Chapada Diamantina, Brasil.

Las distancias entre las atracciones naturales y las ciudades turísticas de la Chapada Diamantina son grandes. Visitar la región requiere tiempo y exige elegir una ciudad como base, además de una buena planificación para hacer el desplazamiento por carreteras que no siempre están asfaltadas. Contratar un guía es casi esencial.

La mayor concentración de lugares interesantes de la Chapada está cerca de las ciudades de Andaraí, Lençóis, Río de las Cuentas, Palmeiras, Mucugê, Ibicoara y Valle del Capão.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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